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PUNTADA CON HILO, COMUNICACIÓN DE MUJERES, fue un periódico en papel que circuló en los años '90. Nos definimos feministas y "con perspectiva de clase".

Salíamos mensualmente en todo chile, también llegábamos a otros países latinoamericanos. A organizaciones de base, tanto de mujeres como mixtas, llegábamos sin costo alguno o hacíamos un trato: una sola suscripción a cambio de varios ejemplares cada mes. Las ONGs e instituciones en cambio debían pagar sus suscripciones completas.

PUNTADA CON HILO se destacaba por un lenguaje directo, cercano, claro y por manejar como sus fuentes primarias los testimonios de las propias mujeres, sus experiencias, sus formas de evaluar los acontecimientos políticos y sociales, sus denuncias, sus ideas y elaboraciones políticas y culturales. Las "autoridades" en diversas materias, no pasaban de ser un apoyo secundario -tal como las estadísticas e informes oficiales-.

Denunciamos la falsedad de la llamada "vuelta a la democracia", las manipulaciones de los partidos políticos, rechazamos la instrumentalización de la lucha popular que hicieron -y hacen- la mayoría de las ONGs e instituciones -con honrosas excepciones-. Destacamos el feminismo popular, la mirada de clase y nos esforzamos por no caer en la sobreideología que daña -desde nuestra perspectiva- las luchas sociales. Hablamos mucho desde lo íntimo y desde los procesos que hacemos las mujeres en lo personal que es lo que realmente -estamos seguras- construye lo político cuando hay organización.

martes, 30 de diciembre de 2014

REACCIONES AL RELATO DE CAMILO Y MÁS PREGUNTAS NUESTRAS




Hubo reacciones inmediatas al relato enviado por Vivi y recogido entre adolescentes de un colegio de la zona Sur de Santiago "En esta navidad yo……  ¡¡¡¡ Regalo a mi papá !!!!".  

Creemos que es posible y necesario sentirse tocado por un relato crítico y agradecemos la atención de nuestrxs amigxs, compañerxs y lamngen. También pensamos que mientras más central es la naturalización del poder y la dominación masculinas, más les duele a muchos hombres - acostumbrados a gozar de privilegios no dichos- la devolución de esta vivencia.
En toda reacción hay creencias que conllevan actitudes que se desenvuelven desde privilegios semi-invisibles. Privilegios que operan a tal nivel que quienes los poseen se pueden llegar a sentir honestamente ofendidos cuando se les enrostran, cuando alguien se rebela, cuando por algún motivo legal o formal dejan de recibir el beneficio de “sus” privilegios. Puede llegar a ser extraño y hasta indignante ser enfrentado desde la rabia por gozar de privilegios de siglos que parecían propios y normales –naturales a lo masculino-. Es muy fácil no alcanzar a ver lo que se tiene y se ha tenido por sólo nacer en una clase social, en una clase de género y/o en un territorio determinado.

Y para quienes no somos hombres, ya sea porque somos mujeres, porque son aún niños, porque no quieren ser hombres a pesar de su biología, es relativamente fácil darse cuenta de que algo no anda bien en el orden de clase-género-sexo. Notamos rápidamente en nuestras vivencias en dolor que produce la correlación del poder y la dominación. 

El relato aludido surge del dolor, y al dolor; generalmente le acompañan la rabia, la pena, la impotencia, etc.. Así son la vivencias justamente porque no son discursos.

En el artículo "El amor o el camino a la enajenación", Marta Cecilia Vélez Saldarraga, interroga certera:  "¿Por qué razón, me lo preguntado muchas veces, los varones han podido cuestionarse la estructura social, plantear la liberación de los oprimidos, hablar incluso de igualdad de clases, más nunca mirar sus vidas privadas y el ejercicio de poder sobre las mujeres?” ("Brujas" Colombia."Fempress, Especial Pareja"). Es una pregunta clara para padres revolucionarios que no pagan pensión alimenticia como el padre al que Camilo -en el relato- le enrostra su incoherencia.
Acá van algunas reacciones, nos disculpamos por la demora...



 


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