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PUNTADA CON HILO, COMUNICACIÓN DE MUJERES, fue un periódico en papel que circuló en los años '90. Nos definimos feministas y "con perspectiva de clase".

Salíamos mensualmente en todo chile, también llegábamos a otros países latinoamericanos. A organizaciones de base, tanto de mujeres como mixtas, llegábamos sin costo alguno o hacíamos un trato: una sola suscripción a cambio de varios ejemplares cada mes. Las ONGs e instituciones en cambio debían pagar sus suscripciones completas.

PUNTADA CON HILO se destacaba por un lenguaje directo, cercano, claro y por manejar como sus fuentes primarias los testimonios de las propias mujeres, sus experiencias, sus formas de evaluar los acontecimientos políticos y sociales, sus denuncias, sus ideas y elaboraciones políticas y culturales. Las "autoridades" en diversas materias, no pasaban de ser un apoyo secundario -tal como las estadísticas e informes oficiales-.

Denunciamos la falsedad de la llamada "vuelta a la democracia", las manipulaciones de los partidos políticos, rechazamos la instrumentalización de la lucha popular que hicieron -y hacen- la mayoría de las ONGs e instituciones -con honrosas excepciones-. Destacamos el feminismo popular, la mirada de clase y nos esforzamos por no caer en la sobreideología que daña -desde nuestra perspectiva- las luchas sociales. Hablamos mucho desde lo íntimo y desde los procesos que hacemos las mujeres en lo personal que es lo que realmente -estamos seguras- construye lo político cuando hay organización.

miércoles, 9 de octubre de 2013

CANADÁ: EL FEMINICIDIO INDÍGENA


La Carretera de las Lágrimas

La violencia, el racismo y la pobreza afectan desproporcionadamente a las mujeres aborígenes en Canadá, las cuáles según las estadísticas, tienes mayores probabilidades de morir de forma violenta que las mujeres no aborígenes.

Mapa: Highway of Tears
A lo largo de las últimas décadas al menos 580 mujeres de ascendencia indígena han desaparecido o han sido asesinadas en Canadá. Alrededor de 40 de los casos documentados han sucedido en la tristemente conocida comoCarretera de las Lágrimas, un tramo de unos 800 km. de la autovía 16. El recorrido de esta carretera pasa por numerosas comunidades aborígenes entre los estados de Manitoba y la Columbia Británica, dónde reside una gran parte de la población nativa. Según diversos estudios, el componente racial unido a la pobreza aumenta el riesgo al que se exponen las mujeres canadienses de ser agredidas, secuestradas o asesinadas.

El desplazamiento de las tierras indígenas es la causa principal de la marginación y la vulnerabilidad económica de las mujeres nativas que hoy en día representan el 42,7% de la tasa de pobreza canadiense. Los desplazamientos destruyen la forma tradicional de vida y perjudican la habilidad de los pueblos aborígenes de auto-sustentarse a sí mismos. Así, muchas mujeres se ven obligadas a dejar sus comunidades de origen – y a menudo, a sus hijos- para encontrar un trabajo o continuar con sus estudios en centros urbanos. De esta forma, también dejan atrás una parte de su cultura en la lucha por encajar en un entorno de trabajo no-aborigen y se ven arrojadas a trabajos precarios, a viviendas en zonas inseguras o marginales de las ciudades, y a la desigualdad y el racismo sistémico forjado a base de años de políticas discriminatorias.
Las mujeres aborígenes conforman tan sólo un 4% de la población total femenina canadiense, pero según un informe de la Canadian Feminist Alliance for International Action, una de cada diez mujeres asesinadas es joven, aborigen y residente en una ciudad del oeste, lo cual hace que la cifra sea significativamente alta.  El mismo informe cita que las mujeres aborígenes tienen más posibilidades de ser asesinadas por un extraño que las no indígenas y, finalmente, que la policía interviene menos frecuentemente y más tarde en los casos de mujeres aborígenes, el 70% de los cuales quedan sin resolver.

La huella de las políticas asimilacionistas derivadas de la colonización europea que implicaron la ruptura de lazos familiares, la destrucción de la cultura, el desplazamiento de tierras reservadas o el desplazamiento forzado de mujeres después de contraer matrimonio, están relacionadas con la actual vulnerabilidad de las mujeres y de los niños aborígenes que hoy en día siguen afrontando retos básicos como la supervivencia o la seguridad.

La colonización y el Acta India
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Imagen: Colonization and The Treaties

Si bien la convivencia entre los pueblos originarios y la corona británica se determinó mediante acuerdos de coexistencia pacífica establecidos por ley y realizados en supuestas condiciones de igualdad a partir de 1781, el verdadero control gubernamental sobre las vidas de los pueblos nativos empieza en 1876 cuando el gobierno federal aprueba el Acta India, que establece el estatus social inferior de los pueblos aborígenes.

El Acta India regula casi todos los aspectos de la vida de los aborígenes confinados en reservas propiedad de la Corona y bajo la tutela del Estado. Al carecer de estatus legal y derechos civiles propios, se les impide votar, se les deniega el amparo a los tribunales de justicia, no se les permite poseer o comerciar con propiedades o desarrollar ningún tipo de actividad comercial o de cualquier otra índole y es también el gobierno en última instancia, quien decide quién puede considerarse indígena y quien otorga el estatus como tal.

Hasta entonces, en muchos de los sistemas tradicionales nativos las mujeres disfrutaban de la plena participación en la vida familiar y en el matrimonio, en la política, en la toma de decisiones y en la vida ceremonial. Las leyes federales introdujeron cambios que debilitaban discriminadamente los derechos de las mujeres en las comunidades locales reduciendo así su autonomía y sus roles tradicionales. Por ejemplo, si una mujer nativa se casaba con un hombre no aborigen, perdía su estatus y con él sus derechos como indígena, no así en los matrimonios formados por hombres indígenas con mujeres no aborígenes.. O bien, si una mujer se casaba con un hombre de otro grupo nativo perdía los derechos como indígena de su nación de origen y se la borraba de dicho registro para inscribirla en la nación de su marido.
El efecto inmediato y a largo plazo fue la reducción del nombre de estatus indígenas, la imposición del sistema patrilineal europeo y la elevación del poder y la autoridad de los hombres en lugar de las mujeres en el seno de las comunidades. El resultado fue una grave alteración de los sistemas familiares tradicionales, de patrón descendiente matrilineal y matrilocal, a patrones de residencia post-maritales. Además, personificaba e imponía el principio de que las mujeres indígenas y sus hijos, al igual que las mujeres europeas y sus hijos, quedaban sujetas a sus padres y maridos.

El legado de las escuelas residenciales
Imagen: Canada’s Shame / Media Indigena

A partir de 1883 el gobierno canadiense pone en marcha el sistema de escuelas residenciales para niños aborígenes quetenían como objetivo eliminar la cultura de los pueblos nativos. Entre 1883 y 1994, más de 150.000 niños y niñas aborígenes fueron separados de sus familias a partir de los seis años. Todos ellos sufrieron abusos físicos, psicológicos, sexuales, emocionales y espirituales. Se estima que los castigos corporales, la tortura física, la inanición, la esterilización forzada, la exposición deliberada a enfermedades y la negación y negligencia médica fueron causantes de la muerte de al menos 50.000 niños aborígenes que jamás volvieron a sus hogares mientras que los supervivientes tuvieron que afrontar duras secuelas psicológicas y sociales tales como adicciones, alcoholismo, dependencia, baja autoestima, suicidio, prostitución, abuso sexual y violencia.


Movilización social
Imagen: No more Stolen Sisiters / Amnesty International

Ante la descoordinación y la falta de medidas tomadas por la policía, han sido las organizaciones civiles y humanitarias, especialmente las indígenas, quienes han puesto en marcha las investigaciones sobre las mujeres desaparecidas mediante el acercamiento y la colaboración con las familias de las víctimas, la creación de bases de datos de recogida de información, y han conseguido protocolos de actuación policial apropiados gracias a que Amnistía Internacional dio a conocer el asunto a la opinión pública nacional mediante el informe Stolen Sisters en el año 2004.
Es por ello que desde el año 2005 se organizan vigilias y marchas cada 4 de octubre, en el aniversario de la desaparición y el asesinato de Gladys Tolley, que han dado como resultado cierta visibilización del feminicidio indígena entre la opinión pública canadiense y que han conseguido que la sociedad civil presione al gobierno federal para que actúe y realice una investigación para esclarecer los asesinatos y promover el derecho a la seguridad de todas las mujeres,investigación a la cual por el momento, la administración de Harper sigue siendo renuente.

Imagen de Portada: First Contact / Por Ange Sterritt en Stolen Sisters Digital Initiative.

Fuente: red pulchetun

domingo, 6 de octubre de 2013

MÉXICO, ABYA YALA TODA: FIRMA POR JUSTICIA PARA LUCERO Y CASTIGO AL AGRESOR!!!




Enviada X Fermín Salcedo / León, Guanajuato., México

Carlos Zamarripa Aguirre: ¿Dónde está el responsable? ¡Justicia para Lucero!  
"Decimos que sí y somos unas cualquiera. Decimos que no y nos intentan matar. Ésta es mi historia, la historia de un 'no'. Un 'no' que casi me lleva a la muerte." Estas son palabras de mi hija. 

El 12 de septiembre mi hija Lucero, de 18 años, estuvo a punto de perder la vida en manos del joven Miguel Ángel Jasso, quien la atacó brutalmente. A pesar de estar plenamente identificado, el agresor de mi hija no ha sido detenido ni se han puesto en marcha medidas efectivas que garanticen la protección de Lucero.
Miguel Ángel, amigo de un conocido de mi hija, se había ofrecido a llevarla a casa después del trabajo. En el camino él le propuso tener relaciones sexuales. Ella dijo 'no'. Molesto, la amagó, y se alejó de nuestra ciudad, Guanajuato, dirigiéndose al poblado Ojo de Agua. Ella le pedía que la dejara ir. Cuando se detuvo, la bajó del coche y comenzó a golpearla, a intentar asfixiarla, a azotarla contra el piso, a darle puñetazos, hasta casi dejarla inconsciente. Él no quería violarla. Quería matarla.
Mientras era golpeada, mi hija tuvo la fuerza y la entereza para decirle que la viera a los ojos, y que en ella viera a su hermana, a su mamá. Ahí fue cuando él se detuvo un poco y Lucero pudo enterrarle las uñas en los ojos. Después de esto, algo lo hizo parar en seco, subirse a su coche y salir despavorido…hasta que chocó. Mientras, Lucero corrió hacia el poblado para pedir ayuda. Del Ministerio Público fue canalizada de inmediato al hospital. Unas horas después Miguel Ángel Jasso, golpeado por el choque, fue internado a dos camillas de distancia de Lucero. No había seguridad, no había guardias, no había custodios. Mi hija estaba a unos pasos de la persona que unas horas antes había intentado matarla.
Hoy, a pesar de que todos saben quién es el agresor de Lucero y dónde está, el proceso no ha avanzado. No fue sino hasta hace un par de días que nos mencionaron de una orden de restricción pero ésta ni siquiera es formal. Es imposible describir el sentimiento que se tiene como padre al saber que alguien lastimó e intentó matar a tu hija, y que encima, esa persona no está siendo procesada.
Admiro profundamente a Lucero. Tuvo la valentía de fotografiar sus golpes y dar a conocer lo que le pasó en redes sociales, buscando justicia y también prevenir casos similares. Guanajuato es un lugar inseguro, y no todas las mujeres han corrido con la misma suerte que mi hija: ella sí sobrevivió. Y por eso, con el apoyo de quienes la amamos, no vamos a descansar hasta que esto se resuelva. No es afán de venganza sino necesidad de justicia.
Basta de trabas burocráticas. Ayúdanos a pedirle al Procurador de Justicia del Estado de Guanajuato que concluya la averiguación previa y que inicie el proceso en contra de Miguel Ángel Jasso. Mientras más tiempo pase, mi hija y las mujeres guanajuatenses estarán en riesgo.



Juez omite protocolos en el caso de ''Lucero''

CIUDAD DE MÉXICO (05/OCT/2013).- La juez de la tercera sala de oralidad penal, Paulina Medina Manzano, falló al omitir los protocolos con perspectiva de género en el caso de “Lucero” —la joven guanajuatense que fue golpeada—, reconoció el presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Guanajuato, Alfonso Fragoso Gutiérrez.

Después de que fue la ex presidenta del Supremo Tribunal de Justicia, Raquel Barajas, la que declaró que efectivamente la juez que lleva el caso de “Lucero” había sido omisa al momento de aplicar los protocolos, Alfonso Fragoso reconoció la falla.  Sin embargo, dijo que no se tiene prevista ninguna sanción contra Medina.

Aceptó que en la audiencia del pasado 30 de septiembre cuando María de la Luz Salcedo Palacios, “Lucero”, se presentó con el agresor confeso, Miguel Ángel Jasso Manríquez, la juez no puso en marcha los protocolos para proteger a las víctimas de violencia de género.

Apenas el martes, había respaldado la actuación de la juez, ahora admitió que la intimidad de “Lucero” fue expuesta en la audiencia sin que Paulina Medina interviniera y pusiera un alto en los comentarios del abogado defensor del agresor confeso quien reprochó “una conducta inmoral” de la joven.

A tres años de que llegó el nuevo sistema de justicia penal acusatorio a Guanajuato, Alfonso Fragoso comentó que todavía mucho por mejorar, sobre todo en el tema de equidad de género. Será hasta el 14 de octubre cuando revisen con la Suprema Corte de Justicia de la Nación los protocolos de atención a las mujeres víctimas de violencia.

“Lucero” se disculpa

El jueves, la joven golpeada en la sierra de Santa Rosa, emitió una carta dirigida a la juez Paulina Medina y al abogado Héctor Corona Vieyra, en la cual, irónicamente, pidió “perdón por las molestias” que causó su caso, luego de haberse convertido de víctima a enjuiciada.

“Fue una audiencia, muy curiosa, ya que la víctima terminó siendo culpable y el inculpado una víctima más, de una mujer desidiosa, cizañosa, provocadora e inmoral como la que soy yo”.

En el texto agrega : “Una audiencia en la cual, hasta me dieron ganas de pararme y pedir perdón, a usted su señoría, por hacerle perder el tiempo, a usted licenciado, por haber tenido que leer todas las inmoralidades que he cometido, y a Miguel, sobre todo a él, por hacerlo pasar por semejante situación, por haberlo provocado, por haberle causado enojo al decirle que no, por haberlo desprestigiado, ya que está arrepentido, él se disculpó por haberme casi matado, por haberme hecho pasar por, sino el peor, uno de los peores días de mi vida, y yo, yo haciendo que sufra. Perdón; a ustedes mis más sinceras disculpas”. La misiva fue compartida públicamente en la página de Facebook “Justicia para Lucero”.

Fuente: http://www.informador.com.mx/mexico/2013/489348/6/juez-omite-protocolos-en-el-caso-de-lucero.htm, INFORMADOR.COM.MX
 
VER Y FUNAR AL AGRESOR

COLONIALIDAD MASCULINA Y OCCIDENTAL: EL HARÉN TALLA 38

(Foto: Ximena Riffo)


El harén de la talla 38
X Nuria Varela/http://nuriavarela.com/el-haren-de-la-talla-38/
La escritora marroquí Fátima Mernissi describe en su libro El harén en Occidente, la perplejidad que vivió el día que, por primera vez, fue a una tienda de Estados Unidos con la intención de comprar una falda. Explica que también fue el día que escuchó por primera vez que sus caderas no iban a caber en la talla 38: “A continuación viví la desagradable experiencia de comprobar cómo el estereotipo de belleza vigente en el mundo occidental puede herir psicológicamente y humillar a una mujer”.
 
–¡Es usted demasiado grande!, le dijo la dependienta
–¿Comparada con qué?, respondió Mernissi
 
Asegura la escritora que tras pensar en su sobrina –delgadísima–, que tenía 12 años y usaba la talla 36, se dio cuenta del paralelismo entre las restricciones patriarcales en oriente y occidente. Así, explica que el hombre musulmán establece su dominación por medio del uso del espacio. A las mujeres se las excluye de los lugares públicos y en los más privados –las mezquitas o las casas–, se las separa en habitaciones o zonas bien diferenciadas. El occidental, según Mernissi, lo que manipula es el tiempo. “Afirma que una mujer es bella sólo cuando aparenta tener catorce años. (…) Al dar el máximo de importancia a esa imagen de niña y fijarla en la iconografía como ideal de belleza, condena a la invisibilidad a la mujer madura. Las mujeres deben aparentar que son bellas, lo cual no deja de ser infantil y estúpido. (…) El arma utilizada contra las mujeres es el tiempo. (…) La violencia que implica esta frontera del mundo occidental es menos visible porque no se ataca directamente la edad, sino que se enmascara como opción estética”.
 
Mernissi asegura que, en aquella tienda, no sólo se sintió horrorosa, sino también inútil. Y expone el mecanismo, idéntico al utilizado con el velo en el mundo musulmán o contra las mujeres en la China feudal, a quienes se les vendaban los pies. “No es que los chinos obligaran a las mujeres a ponerse vendajes en los pies para detener su crecimiento normal. Simplemente definían el ideal de belleza”. Es decir, no se obliga a ninguna mujer a hacerse una operación de cirugía estética o a pasar hambre, simplemente, se rechaza a quien no entra en el modelo impuesto. Sólo un modelo idéntico para todas porque las mujeres, en el patriarcado, son la mujer, en singular, lo que quiere decir, todas iguales.
 
Es lo que Pierre Bourdieu llamó la violencia simbólica: “La fuerza simbólica es una forma de poder, que se ejerce directamente sobre los cuerpos y como por arte de magia, al margen de cualquier coacción física; pero esta magia sólo opera apoyándose en unas disposiciones registradas, a la manera de unos resortes, en lo más profundo de los cuerpos”.
 
El “arte de magia” tiene unos estupendos instrumentos a su servicio en los medios de comunicación, la publicidad, las entrevistas de trabajo, el cine, la música, la pornografía… y consecuencias dramáticas en mujeres frágiles e inseguras, sumisas a los modelos corporales; mujeres anoréxicas, bulímicas, operadas, hambrientas y consumidoras de cualquier producto que prometa belleza y juventud en siete días. Frente a todo esto, la propuesta de Germaine Greer: la mujer completa, definida como una mujer que no existe para dar cuerpo a las fantasías sexuales masculinas ni espera que un hombre la dote de identidad y estatus social, una mujer que no está obligada a ser bella, que puede ser inteligente y que adquiere autoridad con la edad. Porque como explica Wolf, los cosméticos sólo son un problema cuando las mujeres se sienten invisibles o inútiles sin ellos. Igual que cuando se sienten obligadas a adornarse para que las escuchen o para conseguir un empleo o mantenerlo. Lo mismo que la ropa deja de ser crucial cuando las mujeres tienen una identidad sólida. En un mundo en el que las mujeres tengan verdaderas opciones, lo que hagan respecto de su propio aspecto pasará a tener una importancia muy relativa.

Fuente: página de Nuria Varela- http://nuriavarela.com/