Trémula oligarquia chilena tras nuevo atentado a los
Luchsinger
Enviado X Pulchetun/País Mapuche
Conmovidos se muestran los distintos representantes del
colonialismo chileno en Wallmapu tras un nuevo ataque a instalaciones agrícolas
de la familia Luchsinger en Vilcún.
Se trata de un ataque que ocurrió la noche del lunes 09 de
junio de 2014, que destruyo tres galpones y una casa habitación donde vivía un
cuidador del predio y su familia.
Aunque nadie se ha atribuido la autoría del hecho, las
miradas de las autoridades y de los colonos chilenos se dirigen a las
comunidades mapuche del sector, tanto es así que el intendente chileno con
apellido mapuche Francisco Huenchumilla, declaró el día martes que “aquí la
violencia no vale y cuando es utilizada desprestigia al mundo mapuche y su
causa”. También el ministro del interior Rodrigo Peñailillo declaro
posteriormente en esa misma linea “los actos violentos no tienen ninguna
justificación cuando están todas las condiciones y la voluntad para encontrar
el mejor camino”.
Y como no mirar alrededor de las tierras de los Luchsinger,
si se trata de un paño de tierra de mas de 1000 hectáreas incrustado en medio
de comunidades mapuche con un historial ya conocido acerca de su origen.
Adán Luchsinger Martí, quien nació el 22 de noviembre de
1868 en la ciudad de Engi, cantón suizo de Glarus. Llegó a Chile en 1883 y,
antes de Vilcún, se asentó en Quechereguas, actual comuna de Traiguén, 70
kilómetros al norte de Temuco. El 10 de mayo de 1893 se casó con la inmigrante
alemana Margaretha Rüff Studer. Al igual que cientos de otros colonos
italianos, franceses, suizos y alemanes, Adán Luchsinger fue “enganchado” en
Europa por la Agencia de Colonización. Arribó a Talcahuano, puerta de entrada a
la “Mesopotamia” de América del Sur. Con ese nombre se difundía en el viejo
continente, en aquella época, a la recién pacificada Araucanía. En
Quechereguas, Adán Luchsinger recibió una concesión territorial de 60 hectáreas
del fisco chileno, más una yunta de bueyes, una vaca parida, semillas y madera,
entre otros bienes. En esta sencilla hijuela nacieron sus hijos Conrado,
Enrique, Carlos y Melchor. En 1906, la familia Luchsinger se trasladó a Vilcún,
a 20 kilómetros al oriente de Temuco.
Luego Adan compró 60 hectáreas más al colono alemán Emilio
Quepe y, según consta en el Conservador de Bienes Raíces de Temuco (CBRT), a
partir de 1909 el patriarca del clan no paró de adquirir terrenos, hasta
totalizar más de mil hectáreas. A su muerte, en 1936, la herencia se dividió
entre los cuatro hijos.
Pero hasta ahí es toda una historia de la típica familia de
emigrante que llego a Chile con lo puesto.
Pero acá comienza todo lo que muchas personas no saben.
En 1908 y 1909 datan los títulos de merced concedidos a las
diez comunidades Mapuche de Vilcún que rodean los terrenos de los Luchsinger.
Se trata de numerosas familias Mapuche que han denunciado una historia de
despojos y usurpaciones, primero de parte del Gobierno chileno de esa época, y
a manos de los Luchsinger después.
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