Comunicado
A LA OPINION PÚBLICA
X Ayün mapu/Red Pulchetun
Ayün Mapu es una organización mapuche de la que participan 5
comunidades de los sectores Catripulli, Millelche, Rucahue y Pelales de la
comuna de Freire, todas unidas para enfrentar la invasión territorial del nuevo
aeropuerto para la Araucanía, unidad que se construye con otros territorios y
comunidades.
Desde 1995, estamos haciendo el esfuerzo de recuperar el
territorio ocupado ilegítima, brutal y criminalmente por el estado de Chile en
el sector de Quepe. Este es un derecho reconocido y que por ello promulgó la
ley 19.253 el año 1994, pasando a formar parte de la constitución y las leyes
del estado de Chile, entendida la promulgación de esta ley como uno de los
grandes logros de las demandas de las organizaciones mapuches de los años 70,
80 y 90.
Nuestra existencia como comunidades organizadas
territorialmente (Ayun Mapu) fue para el gobierno de la Concertación de la
época una incomodidad: subestimaron nuestra
existencia, no nos vieron como integrantes de la construcción del bien
común, especialmente cuando demandamos cumplir con las leyes 19.253, 19.300 y
19.880, exigencia de cumplimiento al que posteriormente se suma el convenio
169.
La decadente gestión de la Concertación ante las
comunidades, en especial el terrorismo de estado ejecutado en contra nuestra,
se observó cuando niegan el acceso a los apoyos del estado por ser opositores
al aeropuerto, da un sello de lo inmoral que había alcanzado la acción política
de esta coalición ante la región y el país.
La llegada del nuevo
Gobierno del derechista Sebastián Piñera, encabezado a nivel regional por
Andrés Molina Magofque y el apoyo del racista Erwin Gudenschwager, viene a fortalecer
la negación del apoyo a nuestras comunidades, negación en inversión pública, en
asesorías y en las situaciones de emergencias. Este modus operandi es típico de
este grupo político racista, clasista y arribista que cuenta con la
concentración económica, publicitaria y policial en su sector, lo que le
permite ejercer medidas medievales e inmorales ante las reivindicaciones
sociales.
No solo negaron el
acceso a los recursos estatales, también ejecutaron medidas clientelistas.
Pretendieron dar el mismo trato que acostumbraban en los últimos 30 años a la
demanda mapuche, trato que se caracterizó por intervenir las comunidades,
organizaciones y dirigentes territoriales con planes y programas
gubernamentales. Prácticas que incluyen contratos personales por asesorías y
recursos para encuentros y pu trawun dúctiles, desplegando un plan de coaptación
de dirigentes sociales, no tan solo del mundo Mapuche, sino que en el sindical
y político.
Este actuar inmoral incluye el uso de figuras con amplio
prontuario delictual pasando a formar parte del pirotécnico Plan Araucanía, las
áreas de Desarrollo, planes de emprendimiento, y otras miserables
prestidigitaciones administrativas que hoy se están haciendo públicas.
El resultado de la combinación de la mediocre gestión
política y administrativa del derechista Molina fue la estrepitosa derrota
electoral del año 2013, reteniendo entre sus adeptos a poco más del 17% del
universo electoral regional. Desatándose a partir de entonces el amarre de
contratos, licitaciones para ejecución de obras, como de contratación de
personal, develando con ello que su éxito económico y social es porque lo hacen
a la sombra del estado.
El proceso
eleccionario 2013 muestra a un país con alta confrontación social y política,
una ascendente pérdida de legitimidad de la clase política gobernante, que
obliga a crear una nueva coalición, la Nueva Mayoría. Esta levanta una
propuesta de participación ciudadana de reposicionamiento de la acción política
en el ámbito de la acción moral, intentando evitar una agudización del camino
de confrontación social y política.
En este escenario,
asume como Intendente de la Araucanía Francisco Huenchumilla Jaramillo,
militante Demócrata Cristiano, abogado, ex ministro, ex diputado, ex alcalde de
Temuco, quien asume tempranamente una nueva política, un nuevo plan. Plantea
explícitamente la necesidad que el uso de la fuerza por parte del estado,
controlado por una elite política, pasará a un segundo lugar; su uso desbocado
en los últimos cuarenta años la ha deslegitimado como mecanismo de acción
política frente a la ciudadanía y especialmente frente a los maltratados y
oprimidos como lo somos, entre otros, las comunidades y el pueblo Mapuche en la
región de la Araucanía.
Es en este marco que
nuestras comunidades hacemos un reconocimiento a la capacidad de análisis y a
la decisión política de actuar de Francisco Huenchumilla, a sus acciones
emprendidas tales como la visita al Machi Celestino Córdoba, las reuniones con
los presos políticos mapuches en huelga de hambre, el acuerdo con los
pescadores, las visitas a Temucuicui, a Quepe, a las comunidades opositoras al
nuevo aeropuerto, a Catripulli, Millelche, a Mahuidache, Rucahue, y a las
innumerables reuniones y gestiones realizadas a la fecha, que dan cuenta de una
decisión y acción que se hace cargo del desarrollo desigual de nuestra región.
Manifestando públicamente que la relación de dominación entre los que detentan
el poder económico, social y policial y quienes no lo detentamos solo se
sostiene por la militarización de la región y no por justicia, Huenchumilla, se
coloca junto a nosotros!
De la lectura de lo
expuesto, es responsabilidad del gobierno central comprender y apoyar lo
sostenido por Huenchumilla: cumplir de una buena vez con las urgencias, cumplir
con los compromisos contraídos por tantos años con los distintos territorios y
organizaciones.
Cumplimiento que pasa por la restitución de tierras por la vía
de las compras o por vía de la expropiación, cumplimiento que pasa por
implementar procesos de participación política y económica en los territorios
en conflicto, pasa por dar respuesta a la demanda contenida por más de 130 años
de atropello y expoliación a nuestras comunidades.
No al Aeropuerto en
territorio Mapuche.
Sí a la restitución
de nuestras tierras
Ayün mapu
Territorio de Pülalko, 4 de junio del 2014
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