KOBANE: LA LUCHA DE LAS MUJERES KURDAS CONTRA EL
ESTADO ISLÁMICO
X Necla Acik/Enviado X Aizha-Dinamarca
La comunidad internacional debe apoyar el proyecto secular,
democrático, multi-religioso y multi-étnico de Rojava. Dicho proyecto
constituye una gran amenaza para el Estado Islámico y para el gobierno
conservador islámico de Turquía. Esto es “democracia en acción” en Oriente
Medio.
A principios de Agosto miles de personas pertenecientes a la
minoría étnica yezidí, quedaron atrapadas en el Monte Sinjar, en un intento de
huir de los ataques del Estado Islámico, tras abandonar desesperados sus
ciudades y sus pueblos en la región de Sinjar, en el noroeste de Iraq, cerca de
la frontera con Siria.
Dichos ataques resultaron ser un movimiento estratégico para proporcionar al Estado Islámico una puerta de entrada libre hacia el norte de Siria, pero la los ataques perpetrados contra la población civil (ejecuciones, secuestro de mujeres y niñas, conversiones forzadas al Islam y éxodo masivo) sugieren un plan más siniestro.
Dichos ataques resultaron ser un movimiento estratégico para proporcionar al Estado Islámico una puerta de entrada libre hacia el norte de Siria, pero la los ataques perpetrados contra la población civil (ejecuciones, secuestro de mujeres y niñas, conversiones forzadas al Islam y éxodo masivo) sugieren un plan más siniestro.
Amnistía Internacional documentó dichas atrocidades y acusó
al Estado Islámico de llevar a cabo una limpieza étnica de escala histórica,
dirigida a las comunidades locales musulmanas no árabes y no sunitas, como los
kurdos yezidíes, los cristianos asirios, turcomanos, chiitas, Shabak Shi’una,
kakais y sabeo mandeos.
Varios meses antes de que se produjeran dichos ataques, los líderes yezidíes ya habían advertido de la amenaza incipiente de dichos ataques y trataron de ejercer presión para pedir protección, realizando viajes a Bagdad y a la capital kurda de Erbil. El ejército iraquí ya había abandonado la región, pero el Gobierno Regional del Kurdistán (KRG) les aseguró protección por parte de las Fuerzas Armadas Peshmergas, que intervendrían ante un eventual ataque por parte del EI.
Varios meses antes de que se produjeran dichos ataques, los líderes yezidíes ya habían advertido de la amenaza incipiente de dichos ataques y trataron de ejercer presión para pedir protección, realizando viajes a Bagdad y a la capital kurda de Erbil. El ejército iraquí ya había abandonado la región, pero el Gobierno Regional del Kurdistán (KRG) les aseguró protección por parte de las Fuerzas Armadas Peshmergas, que intervendrían ante un eventual ataque por parte del EI.
Sin embargo, una vez puesta en marcha la maquinaria de
guerra del EI y para sorpresa de todos, las fuerzas peshmergas se retiraron
rápidamente dejando a la población civil sin protección. Tan solo unos cuantos
combatientes peshmerga, bajo su propio riesgo, se quedaron atrás. Se las
arreglaron para resistir unos pocos días, lo que permitió huir a los
civiles a las montañas de Sinjar, pero poco pudieron hacer con tan escasos
recursos humanos y militares, ante el asedio de una fuerza que atacaba con
mayor poder militar. La masacre contra el pueblo Yezidí se cuenta como la
73ª en su comunidad. Dicha masacre se saldó con ejecuciones en masa, secuestro
de mujeres como botín de guerra, violaciones y trata de mujeres y niñas como esclavas
sexuales.
Las mujeres combatientes kurdas rescatan a los Yezidíes
atrapados por el Estado Islámico.
Mientras la noticia daba la vuelta al mundo y la comunidad
internacional debatía sobre una posible intervención, la ayuda venía de otro
lugar. Las mujeres combatientes kurdas (Unidades de Protección de la
Mujer, YPJ) de Rojava (la región de la autonomía kurda autoproclamada en el
norte de Siria) y las Unidades de Mujeres de la Guerrilla (YJA-Star) del
Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), junto con sus compañeros de
sexo masculino fueron la primeras fuerzas en responder a las llamadas de los
refugiados yezidíes atrapados. Partiendo de Rojava, est@s combatientes
despejaron un corredor de más de 100 kilometros por el norte de Iraq hacia el Monte
Sinjar y rompieron el cerco del Estado Islámico. Ell@s proporcionaron a
los refugiados un espacio seguro que les permitió emprender una marcha de 24
horas hacia el norte de Siria (Rojava), donde recibieron atención médica
inmediata, así como alimentos y refugio.
La guerrilla del PKK y los combatientes de Rojava (YPG/YPJ)
fueron las únicas fuerzas sobre el terreno para responder de inmediato a la
crisis humanitaria desencadenada por las masacres a principios de agosto.
También llama la atención que entre las unidades de combatientes se encontraban
unidades de mujeres completas. Estas unidades de combatientes femeninas han
despertado mucho interés, ya que para los miembros del Estado Islámico, ser
asesinado por una mujer supone el cierre automático de las puertas del paraíso.
Si bien este tipo de historias ciertamente han incrementado
la popularidad de las mujeres combatientes kurdas en los medios
internacionales, la realidad es que estas mujeres y hombres que se atrevieron a
ponerse de pie en contra del Estado Islámico se han colocado en una posición
muy vulnerable, ya que se convirtieron en el objetivo principal del EI. Y a
pesar de que han demostrado ser los más preparados logística y mentalmente para
combatir al grupo yihadista, fueron los peshmerga los que recibieron armas
sunimistradas por la coalición liderada por EEUU para combatir al EI.
Tampoco fueron consultadas la administración PKK ni la de
Rojava acerca de las acciones coordinadas en contra del EI, ni se les
suministró armas para defender a la población de más ataques. El fundador
de Médicos Sin Fronteras, el Dr. Jacques Bérès declaró que las mujeres
kurdas solo disponían de dos armas para luchar: “su coraje y la Kalashnikov”.
Incluso después de pasados dos meses tras la masacre en Sinjar, siguen siendo
las fuerzas de mujeres kurdas del PKK, las que siguen protegiendo a la
población civil. Han sido las fuerzas de mujeres las que se han comprometido en
encontrar a las miles de niñas y mujeres secuestradas. Algunos políticos
suecos que se han unido a esta campaña han instado a las Naciones Unidas para
que investigue e identifique a las mujeres jóvenes que puedan haber sido objeto
de trata en otros
países.
La ‘Revolución de Rojava‘ y los kurdos en el norte de Siria
Se desarrollaba la guerra civil en Siria y tras la retirada
del ejército sirio en la zona norte en 2012, la población de Rojava tomó
el control de su región y se declaró una autonomía multiétnica y
multi-religiosa democrática, dividida en tres cantones separados geográficamente
(Kobane, Afrin y Cizire).
A pesar de las dificultades económicas y un embargo de facto
del comercio con otras partes de Siria, Turquía y Gobierno Regional de
Kurdistán, el pueblo de Rojava utilizaron su recién adquirida libertad para
experimentar con la democracia más radical. Ellos están aplicando el proyecto
denominado Confederalismo Democrático teorizado por el líder kurdo encarcelado
del PKK, Abdullah Öcalan, que también está siendo emprendido por el movimiento
kurdo en el norte de Kurdistán/Turquía.
En dos años, Rojava ha sido testigo de importantísimos
cambios institucionales y políticos y por primera vez en la historia de Siria,
las comunidades se gobiernan a sí mismas sin la intervención de un gobierno
central autoritario. En referencia a estos acontecimientos como la ‘Revolución
de Rojava‘, el pueblo ha participado con entusiasmo en la organización de sus
propias instituciones, en el funcionamiento de las escuelas y los hospitales,
en la generación de electricidad e incluso en la creación de sus propias defensas.
El cambio más visible quizás ha sido la inclusión de las
mujeres en las fuerzas de defensa y de la policía como unidades separadas
mediante el establecimiento de Unidades de Protección de la Mujer (YPJ) y de
las Fuerzas de Seguridad de las Mujeres (HAJ). Según diversas estimaciones,
entre 7000 y 10000 mujeres componen las fuerzas combatientes femeninas, lo que
representa aproximadamente un tercio de la Unidad Popular de Protección (YPG),
la fuerza militar que ha sido creada para defender Rojava.
El empoderamiento de las mujeres ha sido clave para la
revolución de Rojava, lo que explica su popularidad sobre todo entre las
mujeres. Un informe reciente encargado por la organización con sed en Londres
“Roj Mujeres” muestra que desde la autonomía autodeclarada, las mujeres kurdas
han establecido sindicatos, asociaciones y comités y se han llevado a cabo
campañas de sensibilización de género a gran escala en los tres cantones.
Entre las nuevas regulaciones que tienen como objetivo
combatir la discriminación de género se encuentran la prohibición de la
poligamia para los hombres y el matrimonio de menores de edad. También, inusual
para la región, los casos de violencia doméstica se están tomando más en serio
por ser denunciados directamente a la policía y llevados a los
tribunales, mientras que a las mujeres y a sus hijos se les proporciona
alojamiento temporal seguro. Para asegurarse de que las mujeres están
representadas en los cargos públicos y en la vida cívica, se tomaron medidas de
discriminación positiva, similares a las que se practican dentro del
movimiento kurdo en Turquía. Éstas incluyen el sistema de co-presidencia, donde
los puestos de toma de decisiones claves son compartidos por hombres y mujeres,
y el establecimiento de diversos órganos exclusivos para mujeres asegurándose
de que las voces e intereses de las mujeres ya no son ignoradas.
Modelo de la igualdad de género de Rojava está originado en
el movimiento kurdo del PKK en Turquía
El modelo de empoderamiento de las mujeres de Rojava se basa
en la perspectiva de la liberación de género desarrollado por el PKK y aplicado
por el movimiento kurdo y por el Partido prokurdo de la Paz y la Democracia
(BDP) en Turquía, que se ha extendido a los gobiernos locales en una serie de
provincias kurdas en el Sur-Este de Turquía o el norte de Kurdistán.
Esta crítica de la desigualdad de clase y de género ha
supuesto una fortaleza en el PKK y en el movimiento kurdo en Kurdistán Norte.
La participación de las mujeres en la lucha armada y su éxito como activistas
políticas ha roto muchos tabúes en el Kurdistán como movimiento nacional,
pero ahí no acaba la cosa. Mientras que en la década de 1990 las mujeres se
movilizaron en el seno del movimiento nacional kurdo principalmente para apoyar
y legitimar la causa nacional, con el nuevo cambio de política hacia la
autonomía democrática, se puso mayor énfasis en la política cotidiana y
se provocó el cambio desde abajo, es decir “dentro de la sociedad misma” sin
esperar a que sucediera una “gran revolución”. El movimiento kurdo y el PKK
pusieron tanto énfasis en la liberación de las mujeres, que las demandas
de las mismas y su reconocimiento dentro del movimiento no podía ser ignorado.
Además de esto, pese a la consternación de muchas
feministas, fue el líder kurdo Abdullah Öcalan y mujeres de confianza del
movimiento quienes emprendieron el camino hacia la liberación de género. A
pesar de su encarcelamiento desde el año 1999, fueron las mujeres quienes lo
apoyaron más intensamente, durante los años turbulentos tras su detención. A
cambio Öcalan se volvió más radical en su promoción de la liberación de género
e instó a las mujeres dentro del partido a cuestionar la dominación masculina
dentro de sus propias filas.
Por lo tanto, el apoyo ideológico proporcionado por el PKK y
su líder Abdullah Öcalan ha ayudado a las mujeres dentro del movimiento kurdo
en el norte de Kurdistán / Turquía a cuestionar y desafiar la opresión y las
desigualdades de género de las mujeres, y muchas comenzaron a desarrollar
una conciencia feminista. Fortalecieron su posición dentro del movimiento legal
kurdo y construyeron organizaciones autónomas y semi-autónomas, incluyendo las
asambleas de mujeres dentro de los partidos políticos pro-kurdos, los
centros de mujeres y asociaciones, una agencia de prensa, las cooperativas de
mujeres, las academias de mujeres y así sucesivamente.
Dentro del movimiento guerrillero, las mujeres también se
organizaron como unidades separadas e independientes mediante la creación de su
propio partido, el Partido de Liberación del Kurdistán Mujer (PAJK) y su propia
fuerza guerrillera (YJA-estrella).
Hoy en día, las mujeres constituyen una gran fuerza dentro
de los partidos pro-kurdos en Turquía. Ellas han estado trabajando inicialmente
en niveles más bajos de movilización popular, pero también han exigido un mayor
reconocimiento por su trabajo político. Esto ha llevado a la introducción de
políticas de discriminación positiva incluyendo la implementación de un cupo
del 40% de las mujeres dentro de los partidos pro-kurdos en
Turquía. Se aseguró de que las mujeres fueran elegidas en los gobiernos locales
y nacionales como concejalas, alcaldesas y miembros del parlamento.
Por ejemplo, en las elecciones nacionales de 2007, los
partidos pro-kurdos ganaron 21 escaños, con una representación femenina del 38
%. Mientras que la representación de mujeres en los partidos como el gobernante
AKP y el republicano CHP solo representaban el 9%. En las últimas
elecciones locales de marzo de 2014 en Turquía, sólo 37 mujeres fueron elegidas
como alcaldesas (de un total de 1.364), de las cuales más de la mitad eran
mujeres de los partidos pro-kurdos que han solicitado una mayor cuota de
representación. Además de la cuota, los partidos pro-kurdos han estado
aplicando un sistema de reparto de poder, pionero desde 2009, que permite a los
puestos clave de toma de decisiones dentro del partido ser compartidos por
hombres y mujeres. Esto significa que todos los puestos de alcaldía y
concejalía están compartidos, o copresididos, es decir que se ha instaurado la
figura de alcalde/alcaldesa, concejal/concejala, cuyos representantes comparten
el mismo salario, así como los deberes y derechos de representación en su
distrito electoral.
Este sistema se ha ampliado a otras organizaciones de la
sociedad civil integrados dentro del movimiento kurdo. Éstas y otras políticas
de discriminación positiva han sido muy eficaces en recoger los problemas
de las mujeres y traerlos a la agenda de la política kurda y así elevar el
perfil de las mujeres en la política en general. Podría decirse que la
representación de las mujeres kurdas en puestos políticos y en los partidos se
ha convertido en un punto de referencia para la democratización que ha
desafiado a otras partes de Turquía para seguir su ejemplo.
Rojava se benefició de la experiencia política del PKK y el
movimiento kurdo en el norte de Kurdistán / Turquía en el establecimiento de un
sistema de autogobierno y en la búsqueda de iniciativas de igualdad de género.
La revolución de Rojava puede parecer muy ambiciosa, dado que ningún poder
regional o internacional tiene ningún interés en apoyarlo ni en que se
mantenga. Sin embargo, fue su idealismo y su creencia de que la
diversidad en el Medio Oriente es un activo en lugar de un problema que los
llevó a asumir la responsabilidad y acudir a las montañas de Sinjar para
rescatar a la población civil asediada. Su visión de la autonomía y el éxito en
la construcción de políticas capaces han convertido a la región en una zona
relativamente estable y segura, ofreciendo un refugio a decenas de miles de
refugiados de Siria e Iraq. Sin embargo, esto cambió radicalmente cuando
Rojava comenzó a ser el foco de los intensos ataques del Estado Islámico.
El asedio a Kobane
Rojava ahora está pagando el precio por haber enfrentado al
EI y por ejercer su autogobierno popular. A pesar de os continuos ataques
aéreos estadounidenses sobre los punto estratégicos en manos de los yijadistas
durante más de tres semanas, el cantón de Kobane continúa bajo los intensos
ataques del EI desde el 15 de septiembre. La posición geográfica de Kobane hace
que sea difícil recibir cualquier ayuda externa de los otros dos cantones y de
la guerrilla del PKK , ya que la frontera norte con Turquía se encuentra
fuertemente custodiada. El resto de Kobane está rodeada por el EI. La rendición
de Kobane tiene más probabilidades de desencadenar otra masacre similar a la
que sucedió en el Monte Sinjar. La mayoría de la población civil, alrededor de
160.000 habitantes de Kobane han huido de la zona, pero para los miles de
residentes que han permanecido en Kobane y que intentan defenderse del EI, el
futuro se les presenta muy sombrío.
Un memorando de Estados Unidos no clasificados escrito por
el ex embajador de Estados Unidos en Siria, Robert Ford, sugiere que Turquía
está presionando crear un estado sunita-islámico en Siria, a pesar de las
demandas de gran parte de la oposición que quieren organizarse en forma de
federación laica y multiétnica como sugieren muchos sirios y en particular las
minorías, como los cristianos, alauitas, drusos y kurdos.
Por otra parte, en la misma nota, se informa que los
funcionarios turcos han sugerido que una futura Constitución siria no debe
incluir ni mencionar a los kurdos y que cualquier problema kurdo debe
resolverse a través de los municipios locales”. Es exactamente esta mentalidad
de la negación y las políticas de asimilación posteriores del Estado turco - y
de manera similar al de Irak, Siria e Irán - que dio lugar solo en Turquía, a
los levantamientos de los kurdos en la región, causando la pérdida de más de
40.000 personas.
Por lo tanto, a pesar de que Kobane sigue asediado por el
Estado Islámico, los kurdos en Rojava desconfían profundamente de cualquier
intervención militar de Turquía, entre otras cosas porque acusan a Turquía de
apoyar activamente al EI, permitiéndoseles cruzar la frontera de ida y vuelta.
Para Turquía, un Rojava autónomo dirigido por los kurdos afiliados al PKK es
una amenaza, y sería como dar concesiones a su propia población kurda.
Una intervención turca en Rojava no sólo pondría en peligro la autonomía,
sino que también amenaza el proceso de paz con sus propios kurdos en Turquía.
La democracia en acción en Oriente Medio
La región autónoma de Rojava y su única población es la
radiografía más evidente de lo que hemos entendido desde hace tiempo de
Afganistán, Irak y otros conflictos en todo el mundo; que la democracia tiene
que venir de dentro. El modelo de Rojava puede enseñar a un país y a sus ciudadanos
cómo conciliar las diferencias y construir un futuro juntos.
Sin embargo, Rojava está siendo castigada por tratar de
mantenerse sobre sus propios pies y por su alianza con el PKK lo que les ha
ayudado ideológica y logísticamente a crear su propia administración, así como
con su lucha contra los grupos afiliados a al-Qaida.
A pesar de que el PKK está catalogado como una organización
terrorista, y de hecho ha participado en conflictos violentos y ha sido
implacable a veces hacia la oposición interna, sus políticas y estrategias han
cambiado con los años. Su popularidad entre los kurdos sigue siendo alta, ya
que han liderado la lucha por las libertades civiles, la representación
política y el reconocimiento de los derechos culturales de los últimos 30 años
o más.
El proyecto de autonomía democrática ha sido uno de los
proyectos políticos clave del PKK ideado como solución a largo plazo para la
cuestión kurda en el Medio Oriente. Propuesto como alternativa a un
estado-nación kurdo independiente, se centra en la ampliación de las formas
democráticas de participación y el desarrollo de formas alternativas de
gobierno y economía. Esta línea política moderada del PKK, en comparación con
los años 1980 y 1990, ha permitido que el movimiento kurdo en Turquía haya
reforzado su lucha política legal y tiene como objetivo abrir las negociaciones
para una solución política pacífica.
El modelo de Rojava secular, multi-religioso y multi-étnico
con sus aspiraciones constituye una amenaza para el EI e igualmente para el
gobierno conservador islámico de Turquía. En Occidente, sin embargo, que se
quejan de la falta de democracia en el Oriente Medio, y uno se pregunta ¿qué es
lo que hace que duden a la hora de dar apoyo a un movimiento progresista sin
igual?
Este movimiento no sólo ha logrado frenar el avance del EI,
también ha proporcionando la seguridad y la estabilidad en las zonas
administradas por ell@s, se ha empoderado a las mujeres y construido una forma
inclusiva en la gobernabilidad, la participación de todas las diversas
poblaciones de la región, como los kurdos, árabes, asirios y armenios.
Fuente: Newroz euskal kurdu elkartea.wordpress.com-Solidaridad
con Kurdistán
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