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PUNTADA CON HILO, COMUNICACIÓN DE MUJERES, fue un periódico en papel que circuló en los años '90. Nos definimos feministas y "con perspectiva de clase".

Salíamos mensualmente en todo chile, también llegábamos a otros países latinoamericanos. A organizaciones de base, tanto de mujeres como mixtas, llegábamos sin costo alguno o hacíamos un trato: una sola suscripción a cambio de varios ejemplares cada mes. Las ONGs e instituciones en cambio debían pagar sus suscripciones completas.

PUNTADA CON HILO se destacaba por un lenguaje directo, cercano, claro y por manejar como sus fuentes primarias los testimonios de las propias mujeres, sus experiencias, sus formas de evaluar los acontecimientos políticos y sociales, sus denuncias, sus ideas y elaboraciones políticas y culturales. Las "autoridades" en diversas materias, no pasaban de ser un apoyo secundario -tal como las estadísticas e informes oficiales-.

Denunciamos la falsedad de la llamada "vuelta a la democracia", las manipulaciones de los partidos políticos, rechazamos la instrumentalización de la lucha popular que hicieron -y hacen- la mayoría de las ONGs e instituciones -con honrosas excepciones-. Destacamos el feminismo popular, la mirada de clase y nos esforzamos por no caer en la sobreideología que daña -desde nuestra perspectiva- las luchas sociales. Hablamos mucho desde lo íntimo y desde los procesos que hacemos las mujeres en lo personal que es lo que realmente -estamos seguras- construye lo político cuando hay organización.

viernes, 16 de marzo de 2018

“NINGUNA MUJER PUEDE SER UNA CRIMINAL. PARA SERLO ES PRECISO SER HOMBRE...”...

EL “DELITO” DE FARDOUS…
O “Ninguna mujer puede ser una criminal. Para ser criminal es preciso ser hombre”
X puntada con hilo
Novela “Mujer en punto cero”[1] de Nawal El Saadawi[2]
Fardous fue ahorcada en la cárcel de mujeres al norte de El Cairo en los años 50 por haber matado a su agresor proxeneta.
La novela “Mujer en punto cero” es la historia de la rebelión de Fardous (o Firdous) contra la institucionalidad burguesa patriarcal.
La escritora, nacida en Egipto, científica feminista, encarcelada en Egipto y luego desplazada a EE.UU. por amenazas de muerte de parte de islamistas, relata:
“Ya ha pasado medio siglo desde que la encontré en la cárcel de mujeres cuando investigaba los porqués de la neurosis en la vida de las mujeres. La investigación me llevó a descubrir que un alto grado de inteligencia y consciencia puede estar vinculado a la neurosis. La investigación me hizo ver que las mujeres creativas son más sensibles y conscientes de la coerción que les rodea, haciéndolas más vulnerables a la rabia, la preocupación y la neurosis que aquellas que aquellas que los psiquiatras y las sociedades califican de “normales”. Estas son capaces de conformarse (Pág 7) con la opresión, pensando que es voluntad de Dios, quien hizo al hombre y a la mujer, asignándoles roles a cada cual, dictando que las mujeres se ocupasen de la cocina y la limpieza, y los hombres del pensamiento y la escritura”.
“A menudo me pregunto sobre el secreto que hace de una mujer tan corriente, alguien tan excepcional. Después de ver a Fardous he visto a muchas mujeres que mataron a un hombres por motivos similares.”…
El médico de la cárcel le contó a Nawal El Saadawi que la ternura de Fardous “le hacía difícil de creer que pudiera matar a alguien”. La escritora explica que le respondió:
“matar también necesita mucha ternura”…
Opiniones de Fardous en la novela:
“Todos los hombres que he conocido sólo me han inspirado un deseo: el de alzar la mano y dejarla caer con fuerza sobre su rostro”… “Pero como soy una mujer, nunca he tenido el valor de levantarles la mano. Y como soy una prostituta, ocultaba mi temor bajo varias capas de maquillaje”.
“¿Cuántos años de mi vida perdí antes de conseguir arrebatar mi cuerpo y mi persona del control de las personas que me habían mantenido sujeta desde el primer día de mi vida?”.
Sobre los revolucionarios a quienes conoce participando en el movimiento sindical
“Los hombres revolucionarios no son muy diferentes a los otros hombres, al igual que ellos consiguen lo que quieren, los revolucionarios lo consiguen a través de su inteligencia y principios; los otros, a través de su dinero. La revolución para los hombres revolucionarios es como el sexo para nosotras, las prostitutas. Es una profesión”...
Siente que a ella no la matan por haber matado, si no por rebelarse
“Ninguna mujer puede ser una criminal. Para ser criminal es preciso ser hombre”.
“Me matan para no destapar sus secretos ocultos. Me impusieron la deshonra y la convertí en orgullo; me quitaron el clítoris en nombre de la pureza y la circuncisión y exhibí mi cuerpo sin pudores. Me obligaron a vender mi cuerpo en el mercado de la prostitución y les puse el precio más alto. Visibilicé mis dolores con audacia”.
Fardous dice que su delito es la lengua “porque la lengua es la que dice la verdad o la mentira; la lengua es la que cubre o descubre la verdad”.

[1] Novela “Mujer en punto cero” (1977), Nawal El Saadawi[1], Ed. Capitán Swing, Madrid 2017

[2] De una familia acomodada de Egipto, sufrió mutilación genital muy joven. Estudio medicina en la Universidad de El Cairo, se graduó en 1955. Médica rural, despedida de un trabajo en el Ministerio de Salud por sus actividades políticas, también de medios de comunicación sobre salud fue despedida y de la Asociación Médica de Egipto. Entre 1973 y 1976 trabajó en la investigación de la neurosis de las mujeres en la Universidad de Ain Shams. Fue asesora de la ONU entre 1979 y 1980 para el Programa de la Mujer y de Oriente Próximo. En 1981 fue encarcelada por su oposición a los acuerdos de Paz de Camp-David entre Egipto e Israel del presidente Anwar al Sadat. En 1991 se exilió a EE.UU. luego de ser amenazada de muerte por islamistas.
FICHA TÉCNICA NOVELA EN ESPAÑOL:
TÍTULO: “Mujer en punto cero”
AUTORA: Nawal El Saadawi
EDITORIAL: Capitán Swing, Madrid 2017

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