“Mar para Bolivia” tiene apoyo (Arnaldo Pérez Guerra).
X Arnaldo Pérez Guerra/Punto Final edición Nº 809, 25 de julio,
2014/Fuga de Tinta
Arnaldo Pérez Guerra nos ilustra respecto a las principales
conclusiones de la investigación: “Integración, solidaridad y hermandad
latinoamericana, con la dirigencia social chilena y sus percepciones frente a
la demanda marítima boliviana”, a partir de una entrevista con Claudio
Gutiérrez (Académico UAHC). En ella constatamos la desvinculación de la
sociedad civil respecto a las decisiones del Estado en esta materia, el
desconocimiento de nuestra sociedad sobre lo que sucede en el país
hermano, la construcción de nuestra identidad y otros temas de interés.
En un seminario en la Universidad Academia de Humanismo
Cristiano (UAHC), se dio a conocer la investigación del Grupo Bolivia que
dirige el académico Claudio Gutiérrez Quintino. “Integración, solidaridad y
hermandad latinoamericana, con la dirigencia social chilena y sus percepciones
frente a la demanda marítima boliviana”, recogió la visión de los movimientos
sociales sobre la reivindicación marítima. El presidente Evo Morales ha
señalado, con razón, que principalmente son sectores oligárquicos de Chile los
que obstaculizan cualquier acuerdo para una salida soberana al mar.
En el seminario estuvo la cónsul general de Bolivia,
Magdalena Cajías, historiadora y ex ministra de Educación, quien agradeció el
apoyo a la demanda marítima de su país; Fernando García, presidente del
directorio de la UAHC y la vicerrectora, Loreto Hoecker; además de profesores,
estudiantes, y dirigentes de Izquierda que apoyan la demanda boliviana.
Punto Final conversó con Claudio Gutiérrez: “Durante más de
un año entrevistamos a dirigentes sociales, y llevamos nuestra investigación a
Bolivia, a las universidades de San Andrés, San Simón y El Alto, con una
audiencia muy importante. También a la televisión y diarios, con una amplia
cobertura, lo que demuestra que los bolivianos sí están muy atentos a lo que
piensa la sociedad civil de Chile, y creen, también, que no es muy posible que
los gobiernos logren resolver esto. Tienen confianza en una segunda voz: la de
la sociedad civil. Nuestro trabajo es precisamente que haya una segunda voz,
saber qué piensa la ciudadanía. Planteamos abrir ese cauce que la burocracia y
las instituciones cierran”.
Desde 2011 los investigadores querían saber qué pensaban los
movimientos sociales sobre la demanda “mar para Bolivia”. “Quedamos satisfechos
con el resultado. Entregamos la investigación a la UAHC para que se haga parte
también, se genere una reflexión y sea un tema más de nuestra universidad.
Chile tiene una mirada un poco enferma de soberbia; se formó desde que nace la
República como un país eurocéntrico, que no mira a América. Se decía que Chile
limitaba al sur y al norte con indios. Así se veía Chile con Portales, y así se
ven los chilenos. Esa mentalidad es nuestra identidad. Los chilenos no se miran
al espejo, y cuando lo hacen, se ven rubios, de ojos azules. Para la
investigación, conversamos con dirigentes universitarios, secundarios,
ambientalistas, sindicales, de mujeres y mapuches; los sectores que más se
movilizan. Todos manifestaron que Chile tiene una deuda con el pueblo
boliviano. Ninguno maneja muy bien conceptos como soberanía, por ejemplo, pero
tienen claro que hay que darle mar a Bolivia, aunque no saben bien qué es
Bolivia”, agrega.
En el seminario se señaló que, si la dirigencia social en
los últimos años ha sido capaz de visibilizar y marcar la agenda política
nacional, es de suma relevancia dar cuenta cuáles son los enfoques que esta
dirigencia social tiene respecto de la demanda marítima boliviana y de sus
conceptos asociados: soberanía, integración, movimiento social, etc. “Nos
moviliza la idea de poder develar otro discurso respecto de la problemática
marítima boliviana que pudiese ser representativo de estos nuevos pasos que la
sociedad chilena pretende dar. Ayudar a generar conciencia respecto de la demanda
marítima boliviana es pensar que otro Chile es posible, es seguir en la
búsqueda de la transformación social, pero no sólo de una transformación de las
condiciones de vida de un pueblo, sino de todo tipo de relaciones, inclusive
las que mantenemos con Bolivia y el conflicto que nos tiene dándole la espalda.
Es hora de relacionarnos frente a frente”, señala la investigación.
¿Qué piensan los dirigentes sociales chilenos sobre
conceptos como soberanía e integración? ¿Hay pluralidad de opiniones? ¿Está la
discusión en el ámbito público? La investigación devela el tratamiento que el
Estado ha dado históricamente al conflicto, la construcción de la identidad
chilena y cómo afecta la actitud con que Chile enfrenta al pueblo boliviano:
“Al conocer el abordaje que el Estado chileno ha dado a la demanda boliviana
por mar, la dirigencia social tiende a ver esta relación no sólo desde el
momento actual, con el tratamiento que se le ha dado al conflicto desde que
Bolivia interpuso una demanda en la Corte Internacional de Justicia de La Haya,
sino que realizan más bien un análisis retrospectivo del conflicto. Desde
siempre el conflicto Chile-Bolivia ha sido comprendido como una cuestión de
Estado y por lo mismo, los gobiernos chilenos, independientemente de su color político,
lo han enfrentado de igual manera. En este sentido, la dirigencia chilena
plantea que la sociedad civil ha sido excluida de la toma de decisiones
respecto al conflicto y aseguran que de ser considerada su opinión de manera
vinculante, por ejemplo a través de una consulta masiva respecto al tema, el
sector político tendría al menos que cambiar la forma en que ha abordado hasta
ahora el conflicto marítimo”.
Según la investigación, en las actuales condiciones “resulta
imposible ceder a Bolivia una salida al mar y mucho menos soberana; lo anterior
se debe a que en los políticos no existe la voluntad para cambiar cierto tipo
de cuestiones que hoy son fundamentales, tanto en lo referido a asuntos
internos, como en las relaciones de Chile con el resto de la región. La
dirigencia chilena plantea que el Estado ha sido extremadamente soberbio en el
tratamiento que ha dado históricamente al conflicto con Bolivia, pues no le
otorga la importancia que realmente tiene, incluso llegando a desestimar la
demanda que Bolivia interpuso en La Haya, acusando que carece de fundamento
jurídico. No representa en ningún caso el sentir de la ciudadanía. El Estado,
al negar a Bolivia una salida soberana al mar, le ha quitado también la
posibilidad de desarrollo económico y la conexión con el resto del mundo. Chile
ha aplicado una política de privación en contra de Bolivia, lo cual sitúa a
nuestro país como un responsable de la falta de desarrollo económico que existe
en el país vecino. La dirigencia social no comparte este tipo de política,
tildándola como vergonzosa para Chile”.
También señalan el papel que ha jugado el neoliberalismo en
la conformación de la identidad chilena. “Uno de los principales legados de la
dictadura militar es el modelo neoliberal que, por cierto, trae consigo nuevas
formas de relaciones sociales. Ha contribuido a la creación de una identidad
chilena que tiene sus cimientos en las ideas que sustentan al neoliberalismo.
Supone que el nacionalismo es un rasgo distintivo”. Los dirigentes sociales
enfatizan que es muy difícil que el conjunto de la sociedad chilena pueda
desprenderse de estas construcciones y pensar la posibilidad de apoyar una
salida soberana al mar para Bolivia, puesto que sin duda esto estaría en contra
de lo que está en el inconsciente colectivo. “Pesan aquí esas falsas ideas
sobre los por qué de la pérdida marítima boliviana, que finalmente decantan en
frases como ‘el mar lo ganamos en una guerra, nos pertenece’. Individualismo y
egoísmo resaltan como una de las características que más representan la
identidad chilena. El trato que en general tiene el chileno hacia el boliviano,
está relacionado con un sentimiento de superioridad. En este sentido, la
dirigencia social manifiesta que como sociedad estamos desconectados de todos
los países de la región, no obstante, existe una actitud específica con el
pueblo boliviano en cuanto a verlo como un otro-distinto inferior.
Existe consenso respecto a que en Chile existe una
invisibilización de Bolivia, no sólo en lo referido a su reivindicación marítima
sino que en todo orden de cosas. A pesar de que concuerdan en que Chile
mantiene una relación displicente con casi toda la región, también manifiestan
que existe una inferiorización del boliviano y una invisibilización de todo lo
que tenga que ver con el país vecino, de hecho plantean que el mismo tema de la
demanda marítima es desconocido dentro de la sociedad”.
Según los dirigentes, los medios de comunicación han
sostenido ese discurso político. “No hacen otra cosa que reproducir un discurso
que defiende los intereses de los grandes grupos económicos, a través de la
unilateralidad de la información; por tanto, el discurso se vuelve hegemónico.
No informan lo que pasa a nivel latinoamericano o informan tendenciosamente. De
este modo, Chile queda en una burbuja. Sólo muestran el discurso oficial que
entrega la clase política, que sin duda no representa el sentir de toda la
sociedad”.
Fuente: Fuga de Tinta
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