Creo que para nadie será un misterio este tipo de Ebola
financiero que las Corporaciones tienden a manejar con mucha destreza para
despojar a los consumidor@s “legalmente”, pues siempre aceitan muy bien a los
parlamentari@s para que busquen artilugios que les favorezcan y puedan consumar
sus robos legales amparados por los sistemas judiciales.
Nada nuevo que los $hilen@s no conozcan y reclamen.
Este caso, repetido incansablemente con las corporaciones
que nos esquilman, vale la pena conocerlo, pero mucho mas importante seria
conocer que están dispuestos a hacer esas organizaciones que hacen el juego al
establecimiento –ONG les llaman, ¿no?- y que están dispuestos a hacer l@s
ciudadan@s de a pie, porque hasta donde entiendo, sin presión y la mente clara
hacia donde hay que dirigir las acciones, pues, nada se logra.
Así es que les dejo el bulto, pues de seguro que EnEL se
estará preparando para subir el precio de la energía que tanto se necesita, no
solo en Europa sino en $hilito.
Ricardo
Endesa: Anatomía de un escándalo financiero
X Manuel Lago/ Nueva Tribuna/Enviado X Ricardo
En estos días de sobredosis de corrupción y escándalos
financieros es fácil que pase desapercibido para la mayoría practicas
inaceptables como en Endesa.
Nunca antes, nunca ninguna empresa, había alcanzado una cifra similar. Estamos hablando de más de 2,5 billones de pesetas, una cifra brutal, difícil de asimilar y una autentica bofetada a la mayoría social de un país que cada día tienen que oír que no hay recursos para casi nada
En estos días de sobredosis de corrupción y escándalos
financieros es fácil que pase desapercibido para la mayoría practicas
inaceptables como las que acaba de anunciar Endesa. Esta compañía, una de las
componentes del histórico oligopolio eléctrico español, fue una empresa de
capital público -su nombre completo es Empresa Nacional de Electricidad- y la
creó el estado en 1944 con la intención de controlar un sector estratégico como
es la energía, a través de una empresa pública. Hasta que Aznar acabó de
privatizarla en 1998. Ahora ya no es ni de propiedad pública ni española:
después de extraños movimientos y una truculenta historia de OPAs y contra OPAs
acabo siendo propiedad de la italiana Enel desde 2009.
Pues bien, Endesa acaba de anunciar que el próximo día 29 de
octubre va a repartir un dividendo entre sus accionistas de 14.605
millones de euros, un record absoluto en la historia de la bolsa española.
Nunca antes, nunca ninguna empresa, había alcanzado una cifra similar. Estamos
hablando de más de 2,5 billones de pesetas, una cifra brutal, difícil de
asimilar y una autentica bofetada a la mayoría social de un país que cada día
tienen que oír que no hay recursos para casi nada.
(Protesta contra Endesa - Mapuche Bac - Foto: Enlazando Alterbativas) |
Un dividendo multimillonario que va a pagar una empresa
española que se va, casi en su integridad, para Italia porque Enel posee el 92%
del capital social de Endesa y por lo tanto cobrará 13.345 millones de euros.
Recupera así una gran parte de lo que pagó para comprarla y redondeara el
negocio cuando materialice el anuncio de sacar a bolsa una parte del paquete de
acciones que posee.
La operación pasa de lo inmoral a lo escandaloso cuando se
conocen algunos detalles. Por ejemplo, que los beneficios de la compañía en
2013 fueron de 2.943 millones de euros y que por lo tanto, los dividendos que
ahora distribuye multiplican por casi 5 veces esa cifra. Y que, con gran
probabilidad, en 2014 se sitúen en el entorno de los 3.000 millones, muy lejos
por lo tanto del disparatado reparto de dividendos. Es cierto que se
trata de un dividendo extraordinario vinculado en gran parte a la venta de los
activos de Endesa en Chile, pero eso no hace más que añadir confusión a la
operación, porque el comprador de esos activos fue, precisamente, Enel.Estamos delante de una inaceptable y escandalosa operación
de descapitalización en la que se liquida una parte considerable del
patrimonio de una compañía española -que era pública hace no mucho tiempo- a
cambio de nada: Enel paga por la compra de los activos pero acto seguido lo
recupera cobrando el dividendo y Endesa se queda sin activos y sin dinero. Se
vacía una empresa española llevándose a una empresa de otro país una parte de
su patrimonio acumulado durante décadas. Ingeniería financiera le llaman. Atraco
también, porque Enel se queda con un tercio del valor de Endesa sin pagar nada.
Endesa no tiene suficiente liquidez y por lo tanto va a
pedir un crédito, a endeudarse en 6.500 millones de euros para pagar ese
dividendo brutal a Enel
Pero hay otro detalle estremecedor. Endesa no tiene
suficiente liquidez y por lo tanto va a pedir un crédito, a endeudarse en 6.500
millones de euros para pagar ese dividendo brutal a Enel. Y adivine con quien
se endeuda: con una empresa financiera propiedad de Enel que casualmente tiene
su domicilio social en Holanda, un paraíso fiscal para este tipo de operaciones.
Estamos ante un escándalo mayúsculo en el que están presentes todas las practicas
condenables del capitalismo financiero especulativo, desde la privatización de una
antigua empresa pública hasta la ingeniería fiscal para no pagar impuesto de
sociedades pasando por la descapitalización de una compañía que forma parte de
nuestra historia. Por cierto, está en manos italianas por la reacción
centralista ante la posibilidad de que en 2005 una empresa catalana, Gas
Natural, la comprara.
Y no, no son empresas privadas que puedan hacer lo que
quieran. Porque esta operación descapitaliza y endeuda a Endesa en primer lugar
pero eso afecta al conjunto de la economía española y, sobre todo, porque al
final la vamos a pagar los ciudadanos a través de la reducción en el impuesto
de sociedades que Endesa va a aplicar en los próximos diez años y
en los precios de la energía.
Un comentario final: cuando pague el próximo recibo de la
luz, cuando oiga hablar del déficit tarifario, cuando el ministro de industria
y el oligopolio eléctrico le expliquen porque hay que seguir subiendo el precio
de la energía, acuérdese de los 14.505 millones de euros del dividendo.
Fuente: Nueva Tribuna
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