Líder Maya K’iche’ Lucha en Contra de la Violencia
Enviadox Marcelina
“Las mujeres de nuestra comunidad nos hemos concentrado en
recrear nuestra identidad individual y colectiva y lo que significa ser una
mujer maya… Ha sido un proceso de curación, en el cual hemos hablado de la
autonomía de nuestros pueblos y también de la autonomía dentro de la
autonomía. Porque en mi comunidad hay un patriarcado, y a veces es peor que
otras barreras porque es muy íntimo.”
Aura Lolita Chávez Ixcaquic, conocida como Lolita, es una
educadora maya k’iche’ y defensora de los derechos humanos de Santa Cruz del
Quiché, en el departamento guatemalteco de El Quiché.
Lolita, que ha sido maestra y organizadora durante muchos
años, es un líder del Consejo Pueblos K’iche’ por la Defensa de la Vida, la
Madre Naturaleza, la Tierra y el Territorio (CPK). Su organización agrupa a 87
comunidades y a las autoridades tradicionales que trabajan para proteger sus
tierras, sus recursos y su territorio.
Con su cálida sonrisa, su entusiasmo inagotable y su
claridad de expresión, se ha convertido en un líder no solo de su pueblo, sino
también a nivel internacional. Es un ejemplo inspirador de la resistencia de
los indígenas a la destrucción del medio ambiente por grandes empresas
respaldadas por gobiernos, al mismo tiempo que teje una trama inconsútil de
asuntos relacionados con los derechos de los indígenas, los derechos de la
mujer y la protección de la Madre Tierra.
“Con los hombres, que son los que toman las decisiones de
vender la tierra, tuvimos que hacer un esfuerzo para cambiar su percepción de
la tenencia de la tierra y decir que nadie es dueño de la tierra, ni siquiera
el Estado”, explicó Lolita en un foro realizado en Estambul en 2012. “Los
huesos de nuestras abuelas están en ese suelo. Entonces, ¿cómo se atreven a
vender la tierra que contiene los huesos de nuestras abuelas?”
Lolita ayudó a organizar la comisión de “consulta de buena
fe”, que es un derecho que tiene la comunidad de acuerdo con el derecho
internacional, en la capital del departamento de El Quiché. La consulta se
realizó el 22 de octubre de 2012, con la participación de más de 27.000
personas de comunidades indígenas, que dieron un “NO” rotundo a la extracción y
explotación en su territorio, en particular la minería en gran escala y los
proyectos hidroeléctricos.
Lolita es miembra de la comisión política del Consejo
Pueblos K’iche’ y delegada ante el Consejo
de Pueblos de Occidente (CPO), que reúne a comunidades de los departamentos
de El Quiché, San Marcos, Huehuetenango, Quetzaltenango, Retalhuleu y
Totonicapán.
Sacamos fuerza de muchos principios, entre ellos el de
reciprocidad (tú eres yo y yo soy tú). Eso nos da fuerza como mujeres y esta
conexión con la vida y la red que todas formamos... Entonces, como parte de esa
malla, declaramos que tenemos que tener territorios libres de compañías y libres
de violencia contra la mujer, y eso nos empodera para que podamos decir que
estamos avanzando hacia el pleno significado de la vida.
La lucha contra la minería y las centrales hidroeléctricas
en la región ha enfrentado a las comunidades indígenas y sus defensores, como
Lolita, contra intereses poderosos. La participación y el liderazgo de las
mujeres son cruciales para su movimiento. Lolita recurre a las enseñanzas
ancestrales en busca de unidad, guía y orientación espiritual y comunal para el
movimiento, pero también enseña que hay que cambiar algunos aspectos,
especialmente en lo que respecta al papel y los derechos de la mujer.
Lolita conoce el costo de defender a su pueblo y sabe
demasiado bien con qué se enfrenta. Los integrantes del CPK han sido objeto de
amenazas, difamación, intimidación y violencia. Uno fue asesinado el 12 de
junio de 2012.
Sabemos muy bien que nos enfrentamos con una fuerte
oposición: el Estado no es un amigo... está conectado con las oligarquías, las
empresas transnacionales, las potencias mundiales y el militarismo. Y todos
ellos nos ven como su enemigo.
Esta reacción violenta es incluso más fuerte contra las
mujeres porque tomamos decisiones, somos claras en nuestras decisiones y
tenemos mucha energía que nos da la naturaleza. Y cuando decimos que no, quiere
decir “no”, y eso ha generado mucha represión contra nosotras: algunas
compañeras han sido encarceladas, asesinadas, amenazadas...”
El 4 de julio de 2012, Lolita y varias compañeras que
viajaban en autobús fueron atacadas en una emboscada por un grupo de hombres
armados con machetes, puñales y garrotes. Cuatro mujeres resultaron heridas.
Lolita había presentado una acusación formal contra el alcalde de Santa Cruz,
Estuardo Castro, por “abuso de poder, discriminación racial, arrogancia y
autoritarismo, exclusión y marginación”. Antes de la emboscada, Lolita y otras
mujeres habían asistido a una manifestación pacífica en la cual criticaron al
alcalde, que es del Partido Patriota (el partido gobernante).
Lolita salió ilesa de la emboscada, pero en varias ocasiones
le endilgaron cargos penales fabricados. Debido a las amenazas contra su vida,
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le otorgó medidas cautelares,
solicitando al gobierno que le proporcionara protección, pero el gobierno no ha
cumplido el pedido.
Las comunidades guatemaltecas donde Lolita vive y trabaja se
enfrentan con empresas transnacionales, la remilitarización y una estrategia de
desarrollo económico que viola sistemáticamente sus derechos y su cultura.
Frente a la hostilidad, el peligro y obstáculos tremendos, Lolita opta por
vivir a pleno.
Describe su labor de organización en múltiples flancos para
sus comunidades, la Madre Tierra y los derechos de la mujer como una “lucha por
la vida”, en vez de una lucha contra enemigos y obstáculos.
¿Cómo decimos que sí a la vida? De muchas formas: nuestra
comunidad se une en torno a nuestro significado y existencia y su estrecha
conexión con la naturaleza: el sol, la tierra y todo lo que nos da energía...
Vemos cuáles son nuestras necesidades reales para no tener que dar marcha atrás
con lo que estamos haciendo.
JASS conoció a Lolita y comenzó a colaborar con ella en
2012, por medio de su programa regional con mujeres indígenas y su alianza
con Sinergia No’j. El valiente liderazgo de Lolita entre las
mujeres y las comunidades indígenas en la defensa de los derechos sobre la
tierra constituye una fuerza movilizadora potente y una fuente de inspiración a
nivel local, nacional, regional y mundial. El discurso enardecedor de Lolita en
el Foro
Internacional de AWID en Estambul, en 2012, pronunciado durante la sesión
de JASS sobre acceso y control de los recursos, fue claro y profundo. Sin
proponérselo, apeló a principios feministas. En 2012, JASS organizó un
intercambio entre Lolita y otras líderes indígenas de Panamá a fin de
reflexionar sobre las luchas compartidas, las experiencias y las estrategias de
las mujeres indígenas activistas. Las conexiones de Lolita con JASS y la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos
Humanos, por medio de aliados tales como Patricia
Ardón y UDEFEGUA en
Guatemala, aseguran una respuesta nacional, regional e internacional inmediata
cuando la vida de Lolita corre peligro y, en medida creciente, la búsqueda de
formas de garantizar su seguridad y la de sus organizaciones.
Siempre avanzando, enseñando con la palabra y con el
ejemplo, usando lo positivo para construir movimientos, Lolita Chávez muestra
en su trabajo el papel crucial de las mujeres defensoras de los derechos
humanos en un mundo de amenazas y retos nuevos.
Fuente: Jass
Fuente: Jass
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