Historias, Memoria y Luchas[1]
X feministas callejeras
“Soy
mujer, y un entrañable calor me abriga cuando el mundo me golpea.
Es el calor
de las otras, de aquellas que no conocí, pero que forjaron un suelo común,
de
aquellas que ame aunque no me amaron,
de aquellas que hicieron de la vida este
rincón sensible luchador de piel suave y tierno corazón guerrero”.
Alejandra Pizarnick
Cobijadas en las palabras de Alejandra,
queremos hablar del sentido que adquiere para nosotras “feministas callejeras”
este 8 de marzo. Un día en el cual, invitamos a recorrer el tiempo y “recuperar
la memoria de la historia de las luchas de las mujeres”, luchas que se han ido
sucediendo en toda época, sociedad y cultura.
En este sentido, estamos aquí no porque
organismos internacionales mandan a celebrar el día internacional de la mujer,
si no, por conmemorar las luchas de las que nos precedieron, batallas que las
mujeres hemos librado para contribuir a la emancipación de nuestros pueblos, o
también para el reconocimiento de nuestros derechos, recordar que todo avance a
favor de una vida digna como mujeres nos ha costado muertes, dolor, sacrificio
e insultos. Es por eso, que no debemos olvidar que todo avance en leyes internacionales o ncionales en todo tiempo, fueron
y son sobre todo el fruto de nuestras peleas y sueños, no han sido concesiones
de ninguna organización, institución o gobierno, es decir, la historia la
seguimos construyendo con nuestras rebeldías.
Debemos tener presente que la historia de
la humanidad, se ha construido con nosotras aunque las historias patriarcales y
machistas siempre se han empeñado en invisivilizarnos, y es por eso que estamos
seguras que muchas luchas se han perdido en la memoria, o a veces son tan
cotidianas que les restamos importancia. Como mujeres, hemos estado presentes en
las revoluciones nacionales, en el derrocamiento de las dictaduras, y en la
conquista de nuestros derechos, en todas estos acontecimientos estuvieron y
están las aimillas[2], las polleras, los
vestidos, mini faldas y pantalones, es decir, a las que nos llaman, “indias”, “señoras”,
“señorías”, “cholas”, “birlochas”, “chotas”, “locas” y “putas”, ya que mas allá
de nuestras diferencias, siempre han existido mujeres que han soñado una Bolivia
mas equitativa, o también porque fue o somos victimas de alguna forma de
violencia en espacios privados o públicos.
También, en este día es necesario
recordarle a la justicia la deuda pendiente hacia nosotras, hacia nuestras
muertas y violadas, ya sea en época de dictadura o democracia, también por los
feminicídios, y otros vejámenes que el patriarcado imprimió y continúa marcando
nuestros cuerpos. Es por eso, que exigimos justicia para Sarah Hochstätter,
Antonia Tinuco Castro, Denisse Lemaitre y otros casos de feminicídio y
violaciones que quedan en la impunidad y el anonimato.
Finalmente, queremos recuperar la memoria
corta, esa que nos permite contar la historia de la “Ley Integral para la mujer”,
que el día de mañana se promulga después de 6 años de espera. Una espera que fue larga, donde penosamente la realidad se
tuvo que ensangrentar con mas feminicídios y violaciones, y otra vez nuestro
gritos y enojos se escucharon en las
calles de toda Bolivia, y estuvimos también
en Sucre, en mismo lugar exigiendo la promulgación una Ley contra el feminicídio
y justicia para las muertas y violada.
Comprendemos que esta Ley Integral, mas
allá de sus falencias y vacíos significa un avance, pero también indica
continuar un camino para vencer el patriarcado, ese que esta metido en lo mas
hondo de nuestros pensamientos, hogares, instituciones, calles y Estado. Es
así, que para nosotras “feministas callejeras”, este día no se celebra, si no más
bien se conmemoran nuestras luchas, y será dentro de un año y en este mismo día
y lugar donde pediremos cuentas de lo escrito.
Finalmente, un viva un jallalla[3],, por todas las
mujeres las warmis[4], todas esas que
son etiquetadas de “raras”, o “locas”, por soñar y construir un mundo y una
Bolivia mas justa.
Feministas Callejeras
Sucre- 7 marzo-2013
[1] Leído el día 7 de marzo, en la ciudad de Sucre- Bolivia, en las
puertas de la Gobernación
[2] Aimilla: Traje típico de las mujeres indígenas
[3] Jallalla: Palabra quechua y aymara cuya traducción es viva.
[4] Warmis: palabra quechua y aymara cuya traducción es mujer.
Nuestros sueños y luchas construyeron la historia de las mujeres y los pueblos!!!
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