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PUNTADA CON HILO, COMUNICACIÓN DE MUJERES, fue un periódico en papel que circuló en los años '90. Nos definimos feministas y "con perspectiva de clase".

Salíamos mensualmente en todo chile, también llegábamos a otros países latinoamericanos. A organizaciones de base, tanto de mujeres como mixtas, llegábamos sin costo alguno o hacíamos un trato: una sola suscripción a cambio de varios ejemplares cada mes. Las ONGs e instituciones en cambio debían pagar sus suscripciones completas.

PUNTADA CON HILO se destacaba por un lenguaje directo, cercano, claro y por manejar como sus fuentes primarias los testimonios de las propias mujeres, sus experiencias, sus formas de evaluar los acontecimientos políticos y sociales, sus denuncias, sus ideas y elaboraciones políticas y culturales. Las "autoridades" en diversas materias, no pasaban de ser un apoyo secundario -tal como las estadísticas e informes oficiales-.

Denunciamos la falsedad de la llamada "vuelta a la democracia", las manipulaciones de los partidos políticos, rechazamos la instrumentalización de la lucha popular que hicieron -y hacen- la mayoría de las ONGs e instituciones -con honrosas excepciones-. Destacamos el feminismo popular, la mirada de clase y nos esforzamos por no caer en la sobreideología que daña -desde nuestra perspectiva- las luchas sociales. Hablamos mucho desde lo íntimo y desde los procesos que hacemos las mujeres en lo personal que es lo que realmente -estamos seguras- construye lo político cuando hay organización.

viernes, 21 de junio de 2013

$HILE: CIRCO ELECTORAL 2013

LAS DEMANDAS SOCIALES NO CABEN EN LA SOBERBIA DE LOS POLÍTICOS (foto: victoria aldunate)
Elecciones primarias: patético intento por “maquillar” un sistema político desfalleciente
X Movimiento por la Huelga Electoral Constituyente/enviado X memoria feminista
El año 2012 la “clase política” aprobó con bombos y platillos una ley de “elecciones primarias” destinada, según sus promotores, a “profundizar la democracia en Chile”. Los hechos prueban que esta no fue más que un desesperado intento por relegitimar el sistema político (basado en la Constitución de 1980 y en el sistema electoral binominal) cada vez más huérfano de apoyo ciudadano. El 60% de abstenciones en las elecciones municipales de octubre de 2012 fue la prueba palpable de un proceso de largo arrastre que estaba entre luces y sombras hasta que la implementación del voto voluntario y la inscripción automática lo revelara en toda su magnitud.

La ley de elecciones primarias ha sido otro burdo intento de quienes pretenden monopolizar –en realidad usurpar- la soberanía popular.
En primer lugar porque se trata de una ley que no es obligatoria, que no contempla sanciones en caso de incumplimiento. Por ende es una ley que nació muerta. La mejor prueba de ello ha sido su virtual inutilidad en la designación de candidatos a parlamentarios. Salvo excepciones, la “clase política” de todos los colores optó por la nominación cupular de sus candidatos, sin siquiera consultar a su militancia más “dura”. Lo que unido al carácter perfectamente predecible de los resultados de la mayoría de las elecciones de diputados y senadores (por efectos del sistema binominal), refleja hasta la saciedad el carácter profundamente antidemocrático de la institucionalidad parlamentaria chilena.

La ley de primarias aplicada a la elección de candidatos presidenciales por parte de pactos o alianzas partidarias sufrirá también el efecto de la crítica ciudadana a las cúpulas políticas del duopolio gobernante en Chile desde 1990. La falta de entusiasmo popular, el “acarreo” y el clientelismo practicado por las “máquinas” electoreras partidistas serán su signo dominante. Solo el duopolio binominal-neoliberal se expresará el 30 de junio.

El Movimiento por la Huelga Electoral Constituyente rechaza el circo electoral en curso (con primarias incluidas) porque se trata de elecciones que solo sirven para legitimar un sistema anti democrático que muestra serios signos de debilidad. Como bien sostiene Lucas Zahíri en un reciente análisis que compartimos:

“Hoy en Chile solo vota 1/3 de la población. Abstenerse no es un resultado antojadizo del resto de la ciudadanía chilena, sino, más bien es un concepto dinámico vinculado a la realidad social, a esa subjetividad que nace de la razón, de la experiencia y de la realidad de vivir en Chile, es la respuesta lógica de una mayoría que ve en los hechos como el binominal impone a sus candidatos como resultado de las “primarias” que lejos de fomentar la democracia la anula con un impositivismo tutelado legalmente, financiado por los trabajadores y bajo las reglas del sistema capitalista. Nunca una democracia podrá sostenerse bajo la manipulación mediática, por medios coercitivos o impositivos.

Tampoco podrá sostenerse en elecciones “libres” con un capital total votante de solo 1/3 de la población. Ese pequeño porcentaje votante es el que sin saberlo le da con su voto vida al capitalismo neoliberal, entonces por conclusión hay 2/3 de chilenos que tiene el destino de Chile en sus manos y no lo sabe...1/3 que ingenuamente da vida al sistema que explotará o robará la plusvalía de la mayoría productiva, para que con su voto siga pasando a las manos de la minoría trasnacional explotadora”[1].

Sólo el impulso decidido a los movimientos sociales en una perspectiva de autonomía (sin objetivos de negociación de cupos, cargos o prebendas en la institucionalidad heredada de la dictadura), unido a la Huelga Electoral Constituyente para deslegitimar este opresor y decadente sistema político, podrá abrir las puertas para un cambio democrático real. Cambio que deberá ser discutido en una libre Asamblea Constituyente y sancionado plebiscitariamente por la ciudadanía.

19 de junio de 2013.


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