RE-LANZAMIENTO DE LA SEGUNDA EDICIÓN DEL LIBRO "CUERPO
DE MUJER: RIESGO DE MUERTE" DE VICTORIA ALDUNATE MORALES, ESCRITORA Y
TERAPEUTA, LESBIANA FEMINISTA ANTIRRACISTA, EN ALIANZA CON LA COORDINADORA 19
DE DICIEMBRE, DÍA NACIONAL CONTRA EL FEMICIDIO
ESTE LIBRO FUE EDITADO Y PUBLICADO EN 2012 POR SARRI SARRI
RECORDS. LA SEGUNDA EDICIÓN 2018 CUENTA CON UNA NUEVA PRESENTACIÓN Y ES LA
RECOPILACIÓN DE RELATOS, COLUMNAS, REPORTAJES, ENTREVISTAS Y OTROS ESCRITOS
DENUNCIANTES DE LA VIOLENCIA ESTRUCTURAL CONTRA LAS MUJERES Y CRÍTICOS DEL
VACIAMIENTO POLÍTICO QUE HA SIGNIFICADO EL DISPOSITIVO "GÉNERO"
DILUIDO POR EL NEOLIBERALISMO.
SON TEXTOS QUE VAN DESDE LOS AÑOS 90 AL AÑO 2011. EN LA
MAYORÍA DE ELLOS (DESDE 2005 A 2011), LOS PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS SE
ENCUENTRAN ÍNTIMA Y POLÍTICAMENTE VINCULADOS A LOS DÍAS 19 DE CADA MES Y A LOS
19 DE DICIEMBRE, COMO UN DÍA QUE DESDE 2006 SIGNIFICÓ UNA FECHA QUE MARCARA UNA
ACTUACIÓN POLÍTICA FEMINISTA DE ALIANZAS, DENUNCIAS Y ACCIONES EN LA CALLE Y
SIN PERMISO.
EXTRACTO DE LA NUEVA PRESENTACIÓN
Amasamientos, criaturas de la luz y de oscuridad[1]:
La Paz masculina es una Guerra constante contra las mujeres, las lesbianas, las
niñas y los niños (No-hombres), contra las humanas y sus cachorras.
En la Trata, a las humanas y a las hembras se las vende y
compra. Es una guerra territorializada, racializada y generizada. Les arrancan
sus productos, guaguas, pelo, sangre, órganos, las usan para trabajos
domésticos y otros trabajos esclavos. Incluso no siendo humanas a las hembras
homínidas como orangutanas[2],
se las ha explotado sexualmente.
A las humanas se nos fragmenta tal como la industria capitalista de la carne hace con los demás animales. Venden órganos, compran preñeces, arriendan úteros. La Industria de las Drogas y la Trata de personas se entrelazan, los comerciantes de esclavas dicen que las mujeres “son más rentables” porque: “no deben ser cultivadas, destiladas ni envasadas (como las drogas), y duran más pues pueden ser usadas una y otra vez”: Una niña de 16
años ya ha sido violada por 100 hombres[3] en la Trata.
“Para las mujeres no hay tiempos de paz”[4], es la frase de una activista bosnia, parte de un pueblo de mujeres y niñas musulmanas que fueron objeto de limpieza étnica, violadas, embarazadas, prohibidas de abortar. Botín de guerra y territorio de conquista (es lo que
muchas son/somos). Tanto en la guerra como en la paz masculina. Mujeres no
universales, particularizadas siempre, colectivizadas también: judías,
musulmanas, comunistas, miristas, rusas, alemanas, mapuche, negras, afganas, pasteras,
peladas, guerrilleras, esclavas, empobrecidas, originarias, en la urbe y en el
campo, encarceladas, reas comunes o presas políticas, monjas... Amasamientos,
criaturas de la luz y de oscuridad[5]. Humanas particularizadas. Rebeldes o no. Criminalizadas o no. Asesinadas, violentadas, acuchilladas, quemadas, intercambiadas por cosechas y animales no humanos; entregadas para el trabajo, entregadas con una buena dote... Y más. En esta política heterosexualizada y masculina nunca obtenemos eso que los hombres importantes llaman “Paz”. Los tiempos de guerra son constantes para nosotras.
La violencia territorializada, colectivizada o individual, contra las mujeres y las niñas de diversos pueblos, es una estrategia que estructura procesos de dominación y hegemonía. Hay miles de formas de llevarla a cabo, desde los dichos a cerca de nosotras, pasando por el acoso, la violación, el impedimento de abortar, y el feminicidio como el genocidio que
es, y que no se repara por la condena individualizada de determinados
agresores.
La violencia patriarcal capitalizadora, capitalista fundamentalmente (aunque también el Socialismo real[6] que extrajo todo de los cuerpos feminizados y de los pueblos vencidos),
categoriza y segrega. Los agresores individuales (o no) matan a mujeres y matan
a hombres. La masculinidad mata. Los agresores organizados institucionalmente
logran confesiones, debilitan la insurgencia, refuerzan dictaduras y sostienen
la paz de los enriquecidos de cualquier estado. La Paz de las elites
enriquecidas que poseen capitales “subterráneos” en “paraísos fiscales” y
mega-corporaciones con conexiones transnacionales, que usufructúan también de
la Trata y el tráfico. Por supuesto que también de las guerras y ocupaciones
territoriales, y del robo legal de minerales estratégicos, maderas, despojo a
los mares y bosques, asesinato de fauna y flora. Por eso hay chipe libre a
fuerzas paramilitares que protegen a empresas depredadoras y terratenientes;
por eso sus policías complacientes con los narcos y sus mafias misóginas
allanan a comunidades rebeldes.
En esas comunidades hay también mujeres, guaguas, niños, adolescentes, homosexuales, travestis, no hombres en la ideación patriarcal, que vivencian sin ambigüedades el origen singular de la violencia contra las mujeres y contra todo lo femenino de parte de las fuerzas legales y legalizadas que les persiguen y allanan.
Y en esas comunidades las mujeres podrían no denunciar, jamás, la violencia que sufren de parte de hombres de su propia comunidad, pues denunciarla significaría darles a las fuerzas represoras de los estados aliados del capital, motivos para profundizar sus intervenciones policiales. El síndrome Malinche, la mala mujer y traidora a su raza, que nos atribuye la
masculinidad de nuestros territorios…
La memoria material no engaña, el origen de la violencia territorializada contra mujeres particulares, colectivas, individuales, es singular, y esta ideación de “Las violencias”, la higieniza. Como también esta cuestión de la “Violencia de Género” que en clave popular que es la nuestra (no escribo para académicas ni burguesas), coloca un énfasis particularmente liberal, de libertades individuales transgredidas y releva el “género” como un hecho neutral y ”equitativo”, que no sería heterosexualmente indicado. En mi
opinión, todo esto tranquiliza al patriarcado porque entonces no es un problema
radicalmente feminista. Ni la violencia es colonial y racista, y además sigue
habiendo hombres y mujeres porque eso es “Género” en la ingeniería
institucionalizada del género: dos géneros (y a eso se le puede agregar la tolerancia a lo trans como excepción). Así, todo cambia para que nada cambie: heterosexualidad obligatoria con tolerancia, y los privilegios de la masculinidad y sus grupos dominantes, intactos.
¿Qué violencias? ¿Cuántas… infinitas? ¿Cuáles no serían
“violencias”? ¿Cómo y quién las separa entre sí? Surgen preguntas obvias y
otras menos…
La violencia contra nosotras no es un fenómeno particular.
Sucede en Europa del Este, África, Asia, países árabes, Haití, Walmapu y
Puelmapu.
Los artículos acá reunidos son herederos del periódico “Puntada
con Hilo”, comunicación de mujeres con perspectiva de clase, como le llamamos
entonces con Beatriz Bataszew co-directora, y son presencia del activismo hecho en la Memoria Feminista, feministas autónomas, con las Kallejeras, con la Coordinadora contra el femicidio, lesbianas feministas y feministas autónomas con que llevamos a cabo los 19 de diciembre en la calle y sin permiso, en memoria de Javiera Neira Oportus.
Lo llevamos a cabo también con la consigna Sin Dios ni Patrón ni marido ni partido y con la autodefinición: autónomas de todas las instituciones privadas y públicas, de todas las ONGs y de todos los partidos políticos.
Cuando las feministas autónomas de los primeros años del
siglo, 2000 a 2012, decíamos: “La Violencia contra las Mujeres viola los
Derechos de las Humanas”. Estábamos dudando -ironizando- del relato-enfoque de
Derecho, y también negando que las mujeres fuésemos universales. Estábamos
hablando de humanas violentadas estructuralmente por el origen singular del
patriarcado. No como situaciones desconectadas. Hay una vinculación estructural
en la Violencia como una estrategia de dominación en la que están conectadas
sexualidad y género, raza y territorio, clase y ruralidad (al menos).
El nuestro no fue un movimiento ciudadano movido en particular por el dolor ante el femicidio de Javiera. Todos los femicidios nos duelen, son horrorosos.
Fue un activismo político que venía desde el año 90 en el
feminismo autónomo. En este ejercicio político nos juntamos muchas colectivas
feministas autónomas y de lesbianas feministas autónomas y supimos hacer
alianzas con corrientes del feminismo con las que habíamos roto en 1997 en el
VII Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en Cartagena de Chile.
Había sido una diferenciación política (ni personalista ni caprichosa), y ante
el femicidio frustrado contra Claudia y el femicidio de Javiera nos aliamos
nuevamente en la calle para la denuncia política de la violencia contra las
mujeres.
Desde esos días en este movimiento feminista y sus diversas corrientes hemos desmentido y denunciado la definición “crimen pasional” que en los 90 era manoseada por los medios y poco desmitificada, en lo popular, en las calles, por nosotras.
En la calle y sin permiso, desde el feminismo autónomo,
hablamos con la transeúntes sobre femicidio, violencia machista, violencia
patriarcal contra niñas para dañarnos a las madres, violencia contra las niñas
como castigo por oponerse a la violencia machista que hombres. Dijimos que las
detenidas desaparecidas y ejecutadas fueron femicidio de la Dictadura genocida,
que la persecución a las comunidades mapuche en resistencia era un femicidio
contra la tierra y contra las mujeres, las niñas y los pueblos que defienden la
tierra… Jamás dejamos de hablar del poder dominante como el origen de la
violencia a la que estábamos confrontando.
El del 19 ha sido un movimiento político feminista, en la
calle y en tribunales, sin permisos institucionales cuya presión social sentó,
eso sí, un precedente judicial, legal, institucional: una condena a perpetua
-en el contexto chileno- para el femicida. En el juicio la abogada feminista
Patsili Toledo habló de femicidio y de Violencia contra las Mujeres mientras
nosotras accionábamos en la calle contra los mismos flagelos y los ampliábamos
a la Violencia Estructural. A partir de ese día seguimos por unos años
acompañando a sobrevivientes de femicidio como a Anita Morán y a otras mujeres
vinculadas a femicidios, como a las hijas de Angelina de El Bosque. Mujeres que
quisieron ser acompañadas por feministas y no temieron ser identificadas como
tales. También a partir del activismo feminista de esa época, nos hicimos parte
de redes de apoyo a causas de resistencia mapuche (como colectiva memoria
feminista, feministas autónomas).
Victimato, es un término que desarrolla Beatriz Gimeno,
activista lesbiana feminista española, para subrayar la utilización que hacen
la Derecha política y el Estado, del dolor y el clamor ciudadanos frente a
crímenes indiscriminados[7].
Cualquier crimen, cualquier dolor, “cualquier violencia” –si
van a hablar así- es buena para el aprovechamiento de la Derecha Política en la
senda de sostener su tesis política de “inseguridad” que legitima dispositivos
de “seguridad ciudadana”.
Es importante decir que las feministas autónomas y las
lesbianas feministas, territorialmente no somos ni hemos sido nunca parte de
los movimientos ciudadanos que claman por seguridad policial. Al revés hemos
confrontado la represión y denunciado la contrainsurgencia del estado policial
de Chile. Y tampoco nos hemos definido colectivamente “ciudadanas”, si no
“feministas”, comprendiendo el feminismo como un movimiento político.
El femicidio y la violencia territorializados contra las
mujeres, colectiva o individualmente, no es un hecho privado, ni un crimen de
pobreza ni cultural. Es violencia pública y masiva, también violencia no
revelada que actúa como políticas públicas. No es sólo “familiar” ni “de pareja
íntima”, ni “física o psicológica” porque todas las formas de violencia afectan
el equilibrio emocional. Es una estrategia patriarcal heterosexista, un pilar
político que sostiene al patriarcado, es violencia estructural. Las mujeres y
humanas no somos universales, pero el patriarcado nos universaliza. La
violencia contra nosotras es política.
Las palabras no deben ser relevadas por sobre las vivencias.
Denuncio que muchas veces las palabras borran y desaparecen las relaciones
concretas de la gente. Las palabras son políticas, las vivencias también; y por
su puesto la plata también lo es, y por eso es que este y otros libros, son
editados e impresos en bajas cantidades, poco difundidos, y escritos tan
lentamente. Pero existen, existimos y resistimos.
Notas al pie
[1]
Tomado de Gloria Anzaldúa cuando dice que las nuevas mestizas somos un
amasamiento, el acto mismo de amasar, mezclar, seres de luz y oscuridad que
cuestionan las definiciones mismas de Luz y Oscuridad. Borderlands/La Frontera.
La nueva Mestiza (Capitán Swing, 2016), traducción de Rosalva Aída Hernández
Castillo en Posmodernismos y feminismos: diálogos, coincidencias y
resistencias.
[2]
Trafican orangutanes para ser prostituidos en burdeles de Asia, Ecoesfera 2014,
http://ecoosfera.com/2014/04/trafican-orangutanes-para-ser-prostituidos-en-burdeles-de-asia/
Pony, la esclava sexual liberada, Martín Mucha, El Mundo 2 de noviembre de
2014, http://www.elmundo.es/cronica/2014/11/02/5453e2f7268e3e87038b4579.html
[3]
SIDDARTH, KARA. “Tráfico Sexual: El Negocio de la Esclavitud Moderna”. Alianza
Editorial, Madrid 2010; Kathryn Bolcovac with Cari Lynn, “The Whistleblower:
Sex Trafficking, Military Contractors, and One Woman's Fight for Justice”, Ed.
Palgrave Macmillan/St. Martin’s Press, 2011. (“La Denunciante: Tráfico sexual,
contratistas militares y la lucha de una mujer por que se hiciera justicia”).
Testimonio de la ex policía norteamericana Kathryn Bolkovac co-escrito con la
periodista y escritora Cari Lynn. Bolcovic fue contratista en Bosnia y denunció
que policías y personal de la ONU estaban involucrados en Trata de esclavas
sexuales. Fue despedida y su denuncia cancelada por la ONU a petición del
gobierno de Estados Unidos. No hay condenados por el crimen que ella denuncia.
Ver también “Bolkovac: abusos sexuales de los soldados de la ONU”, 2 de marzo
de 2016, Azer Slanjankic, JAG/ERS, http://www.dw.com/es/bolkovac-abusos-sexuales-de-los-soldados-de-la-onu/a-19087962,
http://www.cimacnoticias.com/noticias//02dic/02120401.html;
"Sexo oral por galletas": las escalofriantes denuncias de abuso
contra funcionarios de la ONU. BBC Mundo, 4 marzo 2016, http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/04/150430_abusos_sexuales_tropas_francesas_republica_centroafricana_mes;
“Las polémicas denuncias contra soldados franceses por abusos sexuales de
menores en África”, BBC Mundo, 30 abril 201, http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/04/150430_abusos_sexuales_tropas_francesas_republica_centroafricana_mes,
“Sexo a cambio de comida: las acusaciones de abusos sexuales a niños contra
soldados europeos en República Centroafricana”, BBC Mundo, 30 enero 2016, http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/01/160129_onu_abusos_sexuales_menores_militares_africa_ep.shtml;
“Por qué le quieren quitar la inmunidad al personal de la ONU”, Alejandra
Martins, BBC Mundo, 13 mayo 2015, http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/05/150513_onu_inmunidad_abusos_am
[4]
Widney Brown, directora general de Derecho Internacional y Política de Amnistía
Internacional, 13 de marzo 2013, https://www.amnistia.org.pe/noticia/mujeres-no-paz/. Esta
frase también es citada por Catharine MacKinnon en “Crimes of War, Crimes of
Peace”, Are Women Human? And Other International Dialogues” (“Crímenes de
Guerra, Crímenes de Paz” ¿Las mujeres son humanas? Y otros diálogos
internacionales), Cambridge, The Harvard University Press 2007 LIBRO DE
BOLSILLO noviembre de 2007. La activista bosnia a la que hago referencia, según
informaciones de prensa, se dirigía a un grupo de investigadores de Derechos
Humanos que documentaban los horrores de Bosnia-Herzegovina, ex Yugoslavia,
pero, desgraciadamente, se refieren su afirmación, pero no dicen el nombre de
la activista –tal vez por su propia seguirdad-. Hubiera sido intenso colocarle
un rostro a su lucidez, pero no tengo su nombre si no sus dichos, tampoco
cuento con todo su discurso.
[5]
Tomado de Gloria Anzaldúa.
[6]
El poder soviético capitalizó y colonizó a los pueblos de las repúblicas del
Cáucaso y de Asia Central para extraer ganancias; también invadió Afganistán.
[7]
Beatriz Gimeno cita a Rafael Sánchez Ferlosio para conceptualizar de manera
feminista la palabra “victimato”. “La Construcción de la Lesbiana Perversa”,
Gedisa Ed., Barcelona 2008.
SOBRE LA AUTORA: Madre de una hija, ha abortado dos veces,
ex presa política de la dictadura de Pinochet. Lesbiana feminista antirracista,
psicoterapeuta y escritora. Trabajadora asalariada en una Comunidad Terapéutica
(en La Pintana), pobladora de la Población Manuel Montt.
Ha sido parte de organizaciones autónomas como Memoria
Feminista, feministas autónomas (Santiago, chile, 2004 en adelante), Luchemos
por Nosotras (Cochabamba, Bolivia, 2010 en adelante), Mosaico, personas
viviendo con el VIH (año 2000 a 2001, Puerto Montt, chile), COOAMS,
Coordinadora de Organizaciones Mapuche Autónoma de Santiago (de 2007 en al
2014). Actualmente es parte de Tierra y Territorio, grupo de trabajo de
lesbianas feministas, de Memoria Antirracista, lesbianas feministas, y de redes
de apoyo a mujeres mapuche de comunidades en resistencia.
Ha hecho activismo feminista desde el año 90, lesbofeminista
desde el 2007, y activismo antirracista desde 2000. Ha sido –y es- parte de
colectivas feministas y lesbofeministas autónomas y antirracistas en chile y
Bolivia. Fue dirigenta de enseñanza media y de las juventudes comunistas en la
lucha antidictatorial (años 80), organización política a la que renunció
viviendo y estudiando en Moscú, en la ex URSS.
Elaboró con Beatriz Bataszew el periódico feminista con
perspectiva de clase Puntada con Hilo, entre los años 1993 y 1997; dirigió la
revista Sapiens del Centro de Extensión de la Universidad de los Lagos, Puerto
Montt, entre los años 2003 y 2004; coordinó la Casa de Primera Acogida a
Mujeres de la IELCH con un equipo feminista entre el 2004 y 2008. En la
actualidad su aprendizaje de facilitación de procesos humanos como
psicoterapeuta, se da en la Comunidad Terapéutica Caleta Sur en La Pintana;
también elabora la página virtual Puntada Con Hilo y escribe en diferentes
páginas de internet. Estudió Periodismo en la URSS, Rusia, Gestalt y Psicología
en Chile.
Algunos escritos Relatos y microrelatos “Bordelain”,
(Ediciones Subalterna, Santiago 2017), Cuentos "Maliciosas. Marimachas,
militantes, maracas y malditas" (Ed. Comunidad Mujeres Creando Comunidad,
La Paz 2010), Novela "La Chica Corazón de Ruedas" (Ed. Comunidad
Mujeres Creando Comunidad, La Paz 2009). Ensayo político "Cuerpo de Mujer
Riesgo de Muerte. Las trampas de género” (Ediciones Sarri-sarri Records, 1° Ed.
Santiago 2012, 2° Ed. Santiago 2018), Breve ensayo "De madres, maricones y
grandes causas. Socialismo real, latinoamericano, autoritario y
patriarcal" (Ediciones Sarri-sarri Records, Santiago 2013), Breve ensayo
"Guachos y mestizas en la Catedral. Identidades “inventadas” que han
cicatrizado en el cuerpo" (Ediciones Sarri-sarri Records, Santiago 2014).
Parte de las publicaciones colectivas “Mujeres tomando la Palabra” (Buenos
Aires, 2007), “Imágenes y Testimonios” (Lima, Perú 2005), Antología “Cuentos de
Cine” (Santiago, Chile 2003), Antología “Cuentos de Consumo” (Puerto Montt,
Chile 2003), “Érase una vez el cine, Diccionario” (ensayo sobre Marilyn Monroe,
Santiago, Chile 2001). Co- autora de “Manual de trabajo, Violencia, Derechos
Sexuales y maternidad Voluntaria, Construyendo Movimientos”, La Paz 2010,
“Manual de trabajo en Género y Ciudadanía”. La Paz, Bolivia 2009.
CUÁNDO: DOMINGO 19 DE AGOSTO A QUÉ HORA: A LAS 18:00 HORAS
EN PUNTO DÓNDE: CENTRO DE EXTENSIÓN BALMACEDA, SALA ARTE JOVEN, METRO QUINTA
NORMAL, SANTIAGO
PRESENTAN
- COORDINADORA 19 DE DICIEMBRE
- MARÍA JOSÉ CASTILLO OÑATT, ABOGADA Y ACTIVISTA FEMINISTA
- NATALY OVANDO, EDITORA SARRI SARRI RECORDS Y ACTIVISTA
- FEMINISTA AUTÓNOMA
- VICTORIA ALDUNATE MORALES, LESBIANA FEMINISTA ANTIRRACISTA
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