Las Fuerzas Armadas en la hora más difícil
X Boris Miranda/enviado X José Tirado Cruz-Plataforma
de Luchadores y Luchadoras por los Derechos Humanos en Bolivia
LA memoria no fue nunca una de las cualidades
colectivas en este país... y para muestra, basta un botón.
El Presidente ya eximió de culpa a las Fuerzas Armadas por
las muertes y desapariciones durante las dictaduras. Con el mismo argumento que
usó en Argentina Carlos Memen en los 90, hace un par de años dijo que los
militares sólo obedecieron órdenes y que estaban influenciados por políticos de
la época y el imperialismo estadounidense.
A más de siete años del inicio de su Gobierno, ya ninguno de nosotros abriga la esperanza de que el Movimiento Al Socialismo haga justicia con las víctimas del oscuro periodo 1964-1982.
Sucede todo lo contrario. El Ejército, autoproclamado socialista y antiimperialista, recibió nada menos que la Medalla al Mérito Democrático Marcelo Quiroga Santa Cruz, que otorga la Cámara de Diputados en 2011.
El oficialismo quiso que el hecho pase desapercibido y, por eso, aprobó la distinción en una madrugada cualquiera. Sucedió apenas 30 años después del asalto en el que los uniformados desaparecieron al líder del PS-1.
Y hay mucho más que distinciones. El arribo de militares a embajadas y consulados es cada vez más frecuente. El cuerpo diplomático es todo un botín de guerra. No sólo los uniformados son premiados con puestos en el servicio exterior, también se benefician esposas, hijas, hijos y hermanos de oficiales.
Basta dar una revisión a las nóminas de las representaciones del Estado Plurinacional en Buenos Aires, Santiago, Caracas, Lima, Tokio, Beijing, Washington o Nueva York. Apenas son unos cuantos ejemplos.
Dos casos paradigmáticos. En las embajadas de China y Argentina, dos integrantes del guevarista Ejército de Liberación Nacional fueron relevados por miembros de la institución que persiguió y asesinó al Che.
Los privilegios no acaban ahí. Hace no mucho las Fuerzas Armadas recibieron un nuevo premio. La Agencia de Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf) ahora está en manos de un general.
¿Cuánto cuesta la lealtad? Es imposible hacer el cálculo. Hasta ahora SEGUIR LEYENDO
A más de siete años del inicio de su Gobierno, ya ninguno de nosotros abriga la esperanza de que el Movimiento Al Socialismo haga justicia con las víctimas del oscuro periodo 1964-1982.
Sucede todo lo contrario. El Ejército, autoproclamado socialista y antiimperialista, recibió nada menos que la Medalla al Mérito Democrático Marcelo Quiroga Santa Cruz, que otorga la Cámara de Diputados en 2011.
El oficialismo quiso que el hecho pase desapercibido y, por eso, aprobó la distinción en una madrugada cualquiera. Sucedió apenas 30 años después del asalto en el que los uniformados desaparecieron al líder del PS-1.
Y hay mucho más que distinciones. El arribo de militares a embajadas y consulados es cada vez más frecuente. El cuerpo diplomático es todo un botín de guerra. No sólo los uniformados son premiados con puestos en el servicio exterior, también se benefician esposas, hijas, hijos y hermanos de oficiales.
Basta dar una revisión a las nóminas de las representaciones del Estado Plurinacional en Buenos Aires, Santiago, Caracas, Lima, Tokio, Beijing, Washington o Nueva York. Apenas son unos cuantos ejemplos.
Dos casos paradigmáticos. En las embajadas de China y Argentina, dos integrantes del guevarista Ejército de Liberación Nacional fueron relevados por miembros de la institución que persiguió y asesinó al Che.
Los privilegios no acaban ahí. Hace no mucho las Fuerzas Armadas recibieron un nuevo premio. La Agencia de Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf) ahora está en manos de un general.
¿Cuánto cuesta la lealtad? Es imposible hacer el cálculo. Hasta ahora SEGUIR LEYENDO
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