Crónica de una represión a la protesta
La policía de élite de Brasilia cargó con gases y balas de goma contra manifestantes
Los indignados en Brasilia reprochan que el gobierno haga un
gasto enorme en la remodelación del estadio nacional Mane Garrincha; vienen a
continuar las movilizaciones que se destaparon en San Pablo y Río, que seguirán
esta semana.
“¡Prensa, prensa!” Eso fue lo que grité al ver que un grupo
de policías pertenecientes a la Tropa de Choque de Brasilia apuntó hacia donde
me encontraba entrevistando a unos jóvenes indignados con los cientos de
millones de dólares estatales destinados a la remodelación del estadio nacional
Mane Garrincha en lugar de reforzar el presupuesto en educación y transporte.
Sería liviano asegurar que los policías con uniformes camuflados oyeron el
¡”Prensa, Pprensa!” proferido con algo de desesperación por este cronista.
Tampoco se puede afirmar que los miembros del grupo de elite de la policía
brasiliense, adiestrados para disparar con armas letales y entre quienes no
debe haber miopes, hayan visto la credencial de corresponsal, emitida por la
Presidencia de la República, que les mostré con insistencia.
Lo cierto es que la respuesta dada a mis ademanes y el
sonoro pedido para que no tiren fue el disparo de una bomba de gas lacrimógeno
que cayó bastante cerca de mí, tanto como para sospechar que apuntaron al
blanco. Pocos segundos después otro proyectil impactó junto a una señora
sexagenaria, quien aparentemente era uno de los 71.000 espectadores que una
hora más tarde ovacionaría a Neymar por su golazo a los tres minutos del primer
tiempo de la goleada brasileña 3-0 frente a Japón, el sábado, en la apertura de
la Copa, antesala del Mundial de 2014.
El ajuste de cuentas de la policía con los reporteros tiende
a ser la regla y no la excepción en Brasil a medida que se calienta la protesta
social y política. El jueves pasado al menos ocho periodistas fueron heridos,
uno de ellos corre el riesgo SEGUIR LEYENDO
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