Entre 40 y 160 mil chilenas abortan cada año. Se trata de
una práctica tan masiva, que es díficil que alguien no conozca a una mujer que
haya abortado, ya sea pariente o amiga. Para la sociedad chilena, esas mujeres
son delincuentes y debieron pagar con cárcel. Igual que las cinco mujeres que
aquí dan la cara y cuentan por qué abortaron. En su mayoría son feministas y
los medios nos han acostumbrado a considerarlas criminales. Escuche sus
razones.
Eliana Salinas, terapeuta, 42 años:
El doctor me decía "ahora venis a juntar las piernas".
Cuando me casé tenía la cabeza llena de pájaros y dieciocho años. Estaba tan enamorada que creía que el matrimonio era para siempre. Mis papás estuvieron casados por treinta años y antes de morir, mi papá le tomó la mano a mi mamá para decirle que la amaba. Yo no tuve tanta suerte y cuando me separé la gente me decía ¿Por qué si tu marido es tan bueno? Era la pura cáscara: le gustaba carretear y me engañaba. Tuvimos dos hijas y yo me quedé con ellas viviendo en una villa de Conchalí. Cocía ropa y sacaba diez lucas para el mes. Apenas comprábamos el pan. Mi marido no me daba pensión y más encima quería que me fuera de la casa porque era de él. Lo pasé pésimo, pero entre medio conocí a un cabro más chico y me enamoré. Como me veo más joven, enganchamos y quedé embarazada. Me había sacado la "t" y estaba con pastillas, pero como no tenía plata, no tenía pastillas. La noticia me angustió y cuando le conté a este cabro se aterró. Es que era muy joven y no sabía como enfrentar la situación. Me quedé sola. No sabía qué hacer. Porque ¿qué hacis cuando estai sola con dos hijas, ganando 10 lucas, con una casa que mantener?, ¿qué hacís con una guagua que requiere pañales, leche, remedios, cuidados cuando tenis que trabajar? Entonces, se me acercaron unas viejas que conocí en el almacén y me hablaron del aborto. Ellas habían abortado en sus épocas. Se habían metido palillos, ramas de perejil y habían tomado un brebaje de cerveza hervida con aspirinas. Yo les dije que esos métodos me parecían terribles y ahí me hablaron SEGUIR LEYENDO
Eliana Salinas, terapeuta, 42 años:
El doctor me decía "ahora venis a juntar las piernas".
Cuando me casé tenía la cabeza llena de pájaros y dieciocho años. Estaba tan enamorada que creía que el matrimonio era para siempre. Mis papás estuvieron casados por treinta años y antes de morir, mi papá le tomó la mano a mi mamá para decirle que la amaba. Yo no tuve tanta suerte y cuando me separé la gente me decía ¿Por qué si tu marido es tan bueno? Era la pura cáscara: le gustaba carretear y me engañaba. Tuvimos dos hijas y yo me quedé con ellas viviendo en una villa de Conchalí. Cocía ropa y sacaba diez lucas para el mes. Apenas comprábamos el pan. Mi marido no me daba pensión y más encima quería que me fuera de la casa porque era de él. Lo pasé pésimo, pero entre medio conocí a un cabro más chico y me enamoré. Como me veo más joven, enganchamos y quedé embarazada. Me había sacado la "t" y estaba con pastillas, pero como no tenía plata, no tenía pastillas. La noticia me angustió y cuando le conté a este cabro se aterró. Es que era muy joven y no sabía como enfrentar la situación. Me quedé sola. No sabía qué hacer. Porque ¿qué hacis cuando estai sola con dos hijas, ganando 10 lucas, con una casa que mantener?, ¿qué hacís con una guagua que requiere pañales, leche, remedios, cuidados cuando tenis que trabajar? Entonces, se me acercaron unas viejas que conocí en el almacén y me hablaron del aborto. Ellas habían abortado en sus épocas. Se habían metido palillos, ramas de perejil y habían tomado un brebaje de cerveza hervida con aspirinas. Yo les dije que esos métodos me parecían terribles y ahí me hablaron SEGUIR LEYENDO
* Fuente: THE CLINIC, jueves 27 de marzo de 2008, AÑO 9, Nº
235. Gentileza de THE CLINIC y la periodista Verónica Torres Salazar (este artículo
y testimonios estuvieron sólo en kioscos –no en internet- el que podamos tenerlos en
nuestro blog es gracias al medio de comunicación THE CLINIC y su periodista
Verónica Torres Salazar).
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