Capitalismo, desplazamiento poblacional, Glifosato y
malformaciones congénitas
X Cecilia Zamudio/Enviado X Cecilia Zamudio
En el sistema capitalista el Terrorismo de Estado es
un hecho recurrente, es empleado para producir parálisis de las
reivindicaciones sociales y para provocar masivos desplazamientos poblacionales
para beneficio del gran capital.
En Colombia el Terrorismo de Estado está estrechamente
ligado a la acumulación capitalista: 40% del territorio colombiano está
tramitado en concesiones a multinacionales mineras. La estrategia del
desplazamiento forzado de poblaciones intenta quebrar la resistencia popular
frente a la depredación de los recursos naturales, y vacía de su población las
zonas codiciadas por las multinacionales. Esta estrategia se ejerce también según
las directrices estadounidenses de despoblar el campo, en una tentativa de
exterminar la base social de la guerrilla. Lo que los marines llamaron en
Vietnam “quitarle el agua al pez”, al implementar su macabro accionar
de las aldeas arrasadas.
El instrumento paramilitar es cofinanciado por las
multinacionales y latifundistas, y coordinado desde el mismo Estado para
sembrar el terror en la población mediante masacres y torturas. Este
instrumento paramilitar se consolidó por instrucción estadounidense: la misión
Yarbourough de 1962 preconizó la creación de grupos paramilitares, promovidos
por el Estado, cuyo objetivo ha sido asesinar a los comunistas y a todos
aquellos que reivindiquen por justicia social. La doctrina contrainsurgente y
el concepto del “enemigo interno” que rigen el accionar del ejército
colombiano, toman su inspiración en los manuales franceses y estadounidenses
que preconizan la tortura de forma sistemática, así como el empleo del
desplazamiento masivo de poblaciones. Los manuales de la CIA, como el KUBARK,
instruyen en torturas físicas y sicológicas (1).
El Terror de Estado en Colombia ha causado decenas de
miles de desapariciones forzadas(2), más de 9.500 presos políticos, el 60% de
los sindicalistas asesinados en el mundo son asesinados en Colombia por agentes
estatales o la herramienta paramilitar. El Estado colombiano ha eliminado
físicamente un partido político: La Unión Patriótica, con más de 5.000
militantes asesinados(3). La mayor fosa común de Latinoamérica, fue
hallada detrás del Batallón Militar en la Macarena, con 2000 cadáveres de
desaparecidos por la Fuerza Omega del Plan Colombia,
Fuerza que tiene asesoría estadounidense (4).
- Desplazamiento
poblacional: un crimen planificado al servicio de la acumulación capitalista
Colombia es el segundo país del mundo a nivel de
desplazamiento forzado de poblaciones, tras Siria(5). Más de 6,3 millones de
personas han sido desplazadas en Colombia por una planificación del terror
al servicio de la acumulación capitalista: han tenido que abandonar sus
tierras tras sobrevivir a masacres dirigidas intencionalmente contra la
población, ejecutadas por el ejército y la herramienta paramilitar. Hay
responsables de esta planificación del terror, y esos responsables son aquellos
que explotan la tierra para capitalizar mediante la agro-industria y la
mega-minería. Las personas obligadas a desplazase no son desplazadas por
la “bala perdida”, ese comodín que usan los medios del capital, para
impedir la comprensión de la realidad.
Los bombardeos del ejército sobre las comunidades campesinas
y las fumigaciones son también instrumentos para el desplazamiento poblacional.
Las fumigaciones se hacen bajo el pretexto de “la lucha contra el
narcotráfico”; pero son fumigados sembradíos alimentarios con Glifosato,
envenenando la vida y el agua.
· Varias
generaciones de niños nacidos con malformaciones congénitas; pero el Estado
colombiano no « veía » el peligro
La OMS declaró recientemente ser cierto lo que los
científicos y las comunidades denuncian hace décadas: el Glifosato es un
peligro mortal. La OMS lo clasifica ahora como un agente cancerígeno de
categoría 2A. Le hizo falta mucho tiempo a la OMS para esta clasificación:
¿Será cierto que las presiones de los fabricantes de ese veneno ritman su calendario
y sus clasificaciones? El Estado colombiano impuso al pueblo colombiano más de
25 años de fumigaciones, bajo las directrices estadounidenses, comprándole el
veneno a Monsanto. Jamás las denuncias de las comunidades campesinas
colombianas, ni los documentos científicos, ni los niños nacidos con
malformaciones, sin brazos, sin piernas, o ciegos, significaron para el
gobierno colombiano una “evidencia” del carácter genocida de las fumigaciones.
Es solamente cuando la OMS se pronuncia, que el gobierno se plantea cesar las
fumigaciones con Glifosato. Para el gobierno de Santos todo radica en la
apariencia: se trata de preservar la máscara en el juego diplomático
internacional. Colombia es el único país del mundo que ha permitido, durante
décadas, la fumigación aérea con Glifosato: desde 1994 la Resolución 001 del
Consejo Nacional de Estupefacientes la preconizó, pero fue mucho antes que las
fumigaciones de esos venenos comenzó (6).
Ahora queda por ver si la decisión tomada en mayo 2015 de
suspender las aspersiones aéreas con Glifosato se traduce en hechos, y
sobretodo queda por ver si el Glifosato no va a ser reemplazado por otro
veneno, no incluido en las clasificaciones de la OMS. Queda por ver si todas
las personas enfermas van a recibir un tratamiento, si es que existe. Y queda
por ver cómo tratar los sufrimientos de los miles de niños nacidos con
malformaciones, al menos en curas paliativas antes de su muerte. Conociendo el
carácter capitalista del sistema de salud colombiano, y sabiendo cómo deja morir
a las personas en las puertas de los hospitales, poca esperanza hay de que tome
en mano la responsabilidad de estos sufrimientos. La cuestión de las tierras y
de las aguas envenenadas también queda en suspenso, así como la cuestión de los
millones de personas desplazadas para huir estas aspersiones genocidas. Lo que
el Estado colombiano perpetró durante años contra el pueblo colombiano y contra
los ecosistemas de la región es un crimen de Lesa Humanidad; habrá que ver
ahora si va a imponer otro veneno. La cuestión sobre la lentitud de la OMS en
sus clasificaciones queda igualmente latente; así como la cuestión de las
dañinas políticas de la supuesta “lucha contra el narcotráfico”, y lo que
realmente se esconde detrás de esa rotulación.
Las fumigaciones aéreas empaparon al país con venenos
como el Glifosato y con otros todavía más potentes como el Round Up Ultra,
Imazapyr, Tebuthiuron, y hasta con el Fusarium Oxysporum: esta política fue muy
útil en la estrategia estatal de desplazamiento de poblaciones, y muy poco
eficaz contra los “cultivos ilícitos”.
Los intentos de las comunidades campesinas de substitución
manual de cultivos ilícitos por cultivos de pan coger, fueron perseguidos por
el Estado. En cuanto a las propuestas de la guerrilla, nacidas de la participación
campesina a las Audiencias del Cagúan, y que promueven también la substitución
manual de los cultivos, para beneficio de la soberanía alimentaria y del
campesinado, también fueron totalmente ignoradas por el Estado colombiano y por
los medios de difusión masiva. Medios que no hacen sino martillear la mentira
lanzada por el entonces embajador de Estados Unidos en Colombia, Lewis Tambs
(7), creador del término “narcoguerrilla”; siendo que el narcotráfico en
Colombia se beneficia de las estructuras del Estado colombiano, entre ellas las
aduanas aéreas y portuarias, y que los narcotraficantes son aliados históricos
del Terrorismo de Estado en Colombia (sus asesinos han cooperado del exterminio
de comunistas y demás opositores políticos).
Hasta hoy las propuestas agrarias de la guerrilla son
ignoradas por los medios, que pasan bajo silencio los documentos (8) y el
contenido de lo que se dialoga en La Habana. Ya, en los diálogos del Cagúan,
las FARC habían presentado un proyecto piloto de substitución manual de
cultivos en Cartagena del Chairá (9), cuyo costo económico estimado a gran
escala era miles de veces inferior al costo del Plan Colombia, ni qué
decir del coste medioambiental. Pero los diálogos fueron truncados por el
Estado colombiano, que se apuró en firmar el Plan Colombia, un plan de
guerra confeccionado en Estados Unidos.
El pretexto de la “lucha contra el
narcotráfico” se ve desmentido en la práctica: el narcotráfico está
imbricado con el mismo Estado colombiano, y hasta con la misma DEA. Sin hablar
de las multinacionales químicas que fabrican no solamente los precursores
necesarios a la cocaína, pero también todo tipo de drogas legales.
Referencias:
(1)Injerencia de los EEUU, contrainsurgencia y
terrorismo de estado, Renán Vega Cantor, 2015. http://www.corteidh.or.cr/tablas/r33458.pdf
(2) 23 de mayo 2011, el representante del Alto
Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Christian Salazar, informó que
la ONU estima que más de 57.200 personas han sido desaparecidas en
Colombia. http://www.argenpress.info/2011/05/escalofriante-cifra-de-desaparecidos-en.htmlhttp://tercerainformacion.es/spip.php?article25302
(3) 5.000 militantes de la UP asesinados, el genocidio
político consta ante la CIDH
(4) La fosa común más grande del continente, detrás del
Batallón Militar : http://www.publico.es/internacional/aparece-colombia-fosa-comun-000.html
(5) Colombia junto con Siria, el país con más personas
desplazadas forzadamente. CODHES: 6,3 millones de desplazados en
Colombia http://www.codhes.org/~codhes/images/Revista/Boletin16_ProcesoPaz_CEspitia.pdf
6,8 millones de víctimas: http://www.telesurtv.net/news/El-conflicto-armado-en-Colombia-suma-68-millones-de-victimas-20141229-0002.html
(6)Glifosato: www.prensarural.org/spip/spip.php?article16748
(7) La fábula de la « narcoguerrilla » fue lanzada
por el entonces embajador de EEUU en Colombia, Lewis
Tambs. « Colombia Historia de una traición », Restrepo
Laura, páginas 80, 81, 82, Iepala, Madrid, 1986.
(8) Los documentos de las propuestas agrarias de la
insurgencia pueden ser consultados en la página de la Delegación de Paz, pero
no son difundidos en los grandes medios, porque el ostracismo mediático es
total: http://www.pazfarc-ep.org
(9) Planificación de mecanismos para la sustitución de
cultivos ilícitos - Municipio de Cartagena del Chairá (Caquetá)
Fuente: Cecilia Zamudio Blogspot
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